Que en latín debería significar algo así como "Los que vamos a vomitar te saludan", o eso, o como mínimo revolcarse por el suelo de la risa de ver tanto despropósito, que si almenos diese risa sería algo, pero más bien lo que consigue este peplum de cartón piedra es dar pena.

Nulo rigor histórico, graves incongruencias temporales como lo de que los romanos vivan en castillos de la edad media, lleven pantalones, hablen de Constantinopla en lugar de Bizancio y que los bárbaros sean unos tipos penosos a los que el casco con cuernos les cae como el culo y que parecen vestidos a cargo de la sección "Territorio vaquero" del Corte Inglés.

La historia no hay por donde cogerla y ni siquiera sus intérpretes parecen tomársela en serio, con escenas supuestamente de acción carentes de emoción y de toda sorpresa o interés... es patético cuando tienden una supuesta trampa para rescatar a uno de los soldados romanos y se bajan tranquilamente del caballo y sin inmutarse empiezan a pegar espadazos...

Para colmo parece que se tome por poco menos que estúpido al espectador mostrando hasta el aburrimiento la inscripción de la espada de Julio César para asociarla con la historia a la que quiere ir a parar, la de la leyenda artúrica, pero acaba por no hacer ni una cosa ni otra.

Pues eso que un desperdicio de tiempo y energía en ver a tan pobretones romanos.