Lo reconozco, soy un cobarde, un jodido cobarde, pues hasta hoy no he sabido encarar ni discernir el motivo/razón/leitmotiv en mi que me impulsara a escribir una crítica sobre esto. Y esto es LA serie, y que decir de ello cuando apenas 250 valientes han intentado explicar ya lo que es tan difícil hacer creer con palabras, que esto es historia, un hito, que tenemos suerte de estar vivos y con una edad consciente para haberlo presenciado, que escribo su crítica instantes antes de su final con el miedo de no comprender su conclusión, porque ¿será ella la que no esté a la altura o seré yo la que no la comprenda? Apenas importa, en todo caso solo por el personaje de Desmond Hume el viaje habrá merecido la pena...

Desmond Hume will be my constant.

El hombre, el héroe, la leyenda, mi ídolo... el único cuyo sufrimiento tuvo su merecida recompensa y de largo el mejor de todos ellos, tuya es mi admiración y mi devoción, tuyo es el orgullo y el merecido honor de personificar el paradigma romántico por excelencia, el que me ha dado fuerzas para escribir con emoción estas palabras después de todo lo que se ha dicho porque en tus manos (apuesto que) está la conclusión de nuestras vivencias durante seis gloriosas temporadas. Tu eres ese...

Desmond Hume

El que cruzó literalmente océanos de tiempo para encontrarte. A ti, a ella, Penny, la idea, la idealización, la mujer perfecta, Marta, ¿estoy enamorado? Si, no, no en esta vida, pero debería estarlo, sé que lo estoy, en aquella vida, en la que anhelo, en la que sé que importa, en la que te busco, a la que llegaré.... en la que sé que tu también me esperas.

It's not Penny's boat...