El título lo dice todo: no es película para niños. Que el trailer no os confunda. De hecho, pienso sinceramente que ni siquiera es película para adultos. Y la razón es muy evidente, salvo para el que no lo quiera ver. En la película, prescindiendo ahora de la escasa trama y el nulo guión, se suceden una serie de hechos, y un surtido de diálogos no aptos para menores. Se habla de matar a personas como quien habla de comer galletas. Y además está hecho en un tono que no puede interpretarse como jocoso o infantil. De ahí que da un poco de escalofríos al escucharlo. Tengo la impresión de que algún guionista tiene problemas psicológicos graves. Si eres adulto, y viendo el panorama, te entra una gran sensación de incomodidad. Como si estuvieras viendo una película muy subida de tono junto a un niño. Muy desagradable. Y eso que no soy yo persona especialmente mojigata para estas cosas. En su momento yo y mi pareja, a la que le gusta de vez en cuando ver este tipo de películas, nos levantamos del cine y nos fuimos.