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Voto de Sanjuan:
4.542
Drama
Coco ha trabajado toda su vida en una estación de servicio, pero cuando ésta se vende, se queda sin trabajo. Desocupado y sin muchas expectativas, sobrevive intentando vender cuchillos artesanales que él mismo fabrica. Un excelente perro dogo de pura raza acabará convirtiéndose no sólo en su amigo, sino en la única esperanza de una vida mejor... (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bombón, el Perro es ese tipo de cine pequeño, intimo, sin grandes pretensiones y que va directo al corazón del espectador.
De cómo la compañía de un animal puede cambiarte la percepción de la vida y cómo recuperar la ilusión por la misma es de lo que va esta tierna historia.
Al Sr.Sorín le sobra y le basta la cotidianidad de un cincuentón en paro pululando por la Patagonia argentina para rodar una película en la que pequeños logros aparentemente triviales acaban siendo un verdadero triunfo para nuestro protagonista, sobretodo si cuando estás a punto de resignarte a tu mala suerte, aparece de golpe y porrazo en tu vida un mastodóntico dogo argentino capaz de revolucionar tu día a día y de convertir esa resignación en pura alegría de vivir.
Que el director encontrase para este papel al bueno de Juan Villegas (actor no profesional) debió suponer el mejor de los augurios pero si además cuentas con ese Bombón, capaz de transmitir con su mirada sentimientos que para sí quisieran muchos actores, el éxito lo
tienes casi asegurado. Un notable y muy humano guión, una excelente dirección de fotografía y una entrañable banda sonora completan los cimientos de esta joyita de la siempre atractiva cinematografía argentina que supone una apabullante lección de credibilidad con tan humilde propuesta.
Por cierto, el final es redondo, redondo, redondo.
Un 7.
De cómo la compañía de un animal puede cambiarte la percepción de la vida y cómo recuperar la ilusión por la misma es de lo que va esta tierna historia.
Al Sr.Sorín le sobra y le basta la cotidianidad de un cincuentón en paro pululando por la Patagonia argentina para rodar una película en la que pequeños logros aparentemente triviales acaban siendo un verdadero triunfo para nuestro protagonista, sobretodo si cuando estás a punto de resignarte a tu mala suerte, aparece de golpe y porrazo en tu vida un mastodóntico dogo argentino capaz de revolucionar tu día a día y de convertir esa resignación en pura alegría de vivir.
Que el director encontrase para este papel al bueno de Juan Villegas (actor no profesional) debió suponer el mejor de los augurios pero si además cuentas con ese Bombón, capaz de transmitir con su mirada sentimientos que para sí quisieran muchos actores, el éxito lo
tienes casi asegurado. Un notable y muy humano guión, una excelente dirección de fotografía y una entrañable banda sonora completan los cimientos de esta joyita de la siempre atractiva cinematografía argentina que supone una apabullante lección de credibilidad con tan humilde propuesta.
Por cierto, el final es redondo, redondo, redondo.
Un 7.
