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Voto de david panadero moya:
8
Drama. Romance. Bélico A punto de terminar la I Guerra Mundial (1914-1918), Mathilde recibe la noticia de que su prometido es uno de los cinco soldados que, tras haber sido sometidos a un consejo de guerra, han sido enviados a la tierra de nadie que hay entre el ejército francés y el alemán, lo cual supone una muerte casi segura. A pesar de todo, emprende un duro viaje para conocer el destino de su prometido y, aunque las noticias que va recibiendo son ... [+]
30 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2014 se cumplen los 100 años del comienzo de la Primera Guerra Mundial, de esa Gran Guerra que dividió y masacró a buena parte de Europa entre 1914 y 1918, de ese funesto momento de la historia en el que el viejo continente que había llegado a dominar el mundo sucumbía bajo los disparos y los obuses y se sumía en el miedo y la incertidumbre. Este es uno de los conflictos bélicos más estudiados y sobre los que más se ha escrito, ahora convertido en un tema casi tan recurrente a la hora de basar o ambientar libros y películas como la otra guerra que le sucedería unas décadas después. Sin embargo, por mucho que la estudio o que me informo sobre ella, no entiendo cómo pudo permitirse tal atrocidad ni cómo los “civilizados” gobiernos europeos dejaron que sus ideales nacionales, sus ambiciones o su megalomanía los llevaran a sacrificar a millones de personas y a convertir las suaves tierras de la frontera entre Francia, Bélgica y Alemania en el mismísimo infierno. Aún sin llegar a comprender estas cuestiones, el tener la oportunidad de ver recreados a través de la literatura y del cine algunos retazos de esta guerra me parece algo de suma importancia, simplemente para no olvidarnos de este punto de inflexión en la historia del continente y del mundo que la cambió para siempre.
Muchas serán las obras que han sido concebidas como reflejos de la guerra desde la perspectiva de los soldados en las trincheras, pero esta película (y el libro en el que se basa) funde esta perspectiva con la de aquellos que vivieron la lucha desde lejos, desde sus hogares, y se dedicaban a esperar, en el ánimo o el desasosiego, que algo pasara. Esta película conserva los fundamentos de la novela de Sébastien Japrisot y mantiene, a pesar de ciertas modificaciones argumentales, a Mathilde y a su amor por Manech como protagonistas del relato. Desde aquel día aciago de enero de 1917 en el que cinco soldados franceses condenados a muerte incluido él fueron arrojados a la tierra de nadie entre su trinchera y la de los enemigos alemanes, somos testigos de lo que les pasó a cada uno de ellos siguiendo la investigación y las averiguaciones de la protagonista. Al mismo tiempo vamos descubriendo su pasado y se nos revelan los anhelos, los recuerdos y el sufrimiento de los seres queridos de los condenados y de otros soldados que ayudaron a Mathilde en su búsqueda. La clave de la historia está en determinar qué ocurrió ese día y, mientras nos vamos acercando cada vez más a su desenlace, es el carácter infatigable y fuerte de Mathilde lo que mantiene viva la esperanza de que alguien consiguiera escapar vivo de aquella absurda carnicería.
En lo referente a los aspectos puramente cinematográficos de la película, lo que más destaca en mi opinión es la atmósfera envolvente que le confiere a la acción el director gracias al uso de los colores, la luz y las espectaculares escenas en las que refleja la vida y la muerte en las trincheras o los hermosos paisajes de la Bretaña. Audrey Tatou, que tras haber dado el salto a la fama con Amélie consigue que nos olvidemos de ese personaje, encabeza un sobresaliente reparto entre los que destacan Ticky Holgado como Germain Pire, el entrañable investigador de fino olfato, Clovis Cornillac como Benoît Notre-Dame, Jodie Foster como Élodie Gordes, haciendo gala de un excelente francés en la versión original, y Marion Cotillard como Tina Lombardi, oscuro personaje por el que ganó un premio César a la mejor actriz de reparto. Por todo ello, Largo domingo de noviazgo puede ser considerada una gran película como obra independiente y, teniendo en cuenta la obra de Japrisot, una lograda adaptación, que consigue aligerar en cierta medida la enrevesada trama original sin perturbar su esencia ni restarle fuerza a su mensaje: la esperanza, aun en las situaciones más desalentadoras, es lo último que se pierde.
david panadero moya
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