Cada vez que veo Matilda descubro algo nuevo. Es una película fantástica y, en general, la historia de Matilda, tomada de la novela original, también lo es. No es que Matilda tenga poderes por tenerlos (cosa que al fin y al cabo no es el eje de la película). Sus poderes salen a relucir cuando siente lo injusto que es el mundo que le rodea... necesita concentrarse en los gritos de su padre, el desprecio de su madre y las amenazas de la directora para conseguir que sus poderes sean eficaces. Muchas veces las cámaras enfocan a los niños desde arriba dejándolos como pequeños enanos, y a los mayores desde abajo pareciendo enormes estatuas. De vez en cuando, la historia es salpicada con escenas irreales como el lanzamiento de niños al aire, que hacen los momentos más divertidos, como la estupenda escena del pastel de chocolate, o la tensión producida cuando la directora intenta atrapar a Matilda y su profesora.
Genial