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Voto de Señor Chinaski:
8
Comedia. Drama. Romance Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro. (FILMAFFINITY)
31 de enero de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La confusión inicial por tamaño atrevimiento fue de campeonato. El estreno en sus mejores salas y en pleno siglo 21, (donde prácticamente sólo se demandan estímulos agresivos visuales y sonoros) de una película muda y en blanco y negro ¿¡!?... perdón ¿¡!¡!¡!¡!?. Yo, es que me quito el sombrero (la gorra) y me levanto de mi asiento aplaudiendo a rabiar, la valentía de la propuesta así me lo exige.

Puede que la historia del film, contada a la perfección durante el Hollywood de los años 20, este realmente manida. Manida pero sin objeciones, como un amanecer, o como una noche estrellada, y como en tales acontecimientos las palabras se quedan mudas ante la universal magnificencia. Básicamente es una historia de AMOR (con mayúsculas) de las buenas, de las que enternecen y emocionan.

El drama y la comedia en dura pugna, como dos púgiles de primera linea en el zenit de sus carreras, en pos del cinturón de campeón. El fallo del público y jurado es unánime, empate a los puntos, no hay vencedor ni vencido, ¡pero que combate señores!... de los que hacen época.

George Valentino (Jean Dujardin), NUESTRO protagonista, se convierte en un clásico ya desde los primeros 5 minutos de metraje, su bigotito a lo Errol Flynn y su sonrisa cautivadora inundan gratamente la pantalla. Peppy Miller (Berenice Bejó) se desliza grácilmente por los fotogramas entre pasos de claqué. Su belleza desenfadada y su buen hacer, demuestran que su escalada al estrellato está totalmente justificada. Y que decir de Uggie, el perro... ni Dartacanes, ni Betthovens, ni Lassies, ni Milus su relevancia en la película es tal, que merece ser alimentado durante el resto de sus días con productos OSCAR Mayer, de hecho, tiene garantizada su aparición en la ceremonia junto a Billy Crystal... ¡Ahí es nada!

En una palabra: MAGNIFIQUE.

P.D.: Abstenerse palomiteros.
Señor Chinaski
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