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Voto de harryhausenn:
2
Ciencia ficción. Thriller Adaptación de High Rise, novela publicada por J.G. Ballard a mediados de los años ‘70. La historia narra la llegada del doctor Robert Laing a la Torre Elysium, un enorme rascacielos dentro del cual se desarrolla todo un mundo aparte, en el cual parece existir la sociedad ideal. Pero secretamente, el recién llegado se sentirá perturbado ante la posibilidad de que este orden utópico no sea tal. Sospechas que rápidamente serán corroboradas ... [+]
18 de mayo de 2016
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine comercial político, sí. Cine militante, sí. Pero así no, por favor.

High rise intenta ser una distopia de gusto refinado acerca no ya del futuro, sino del presente. Un rascacielos sirve como metáfora de nuestro sistema actual, en el que los privilegiados copan la cima mientras el pueblo llano ocupa las primeras plantas. El edificio cuenta además con un peculiar sistema energético en el que la sobrecarga castiga más a los pisos bajos que a los altos. Por ello, el populacho se rebela e intenta acceder a las plantas superiores. Todo ello con el protagonista como testigo. Un médico atrapado entre las dos clases que ha caído en gracia al director del edificio.

La película comienza en el caos, en plena resaca capitalista tras la demolición del sistema y luego retrocederemos en el tiempo para ser testigos de cómo se gesta el fin de la jerarquía del complejo. El rascacielos como sistema piramidal es de un obvio que roza lo insultante. Una copa de champán que se cae del piso superior en la terraza del vecino nada más arrancar la historia, resulta demasiado vulgar. Una fiesta de los ricos con temática de Versalles, demasiado explícito. Un desastre.

Ya que el director se empeña en que no se nos escape absolutamente nada de lo que quiere contar, hubiera resultado mucho más digno incorporar elementos de nuestra actualidad al relato original. Cronenberg lo hizo con maestría en la infravalorada Cosmópolis y obtuvo un resultado fascinante.
Es una pena que aunque la métafora sea explicada al mínimo detalle, como si el director dudase de la inteligencia del espectador, en cambio el fondo emocional de los personajes sea mutilado por un montaje confuso que nos hace perder el interés en la primera media hora.

Porque no, los personajes no se desarrollan de manera natural. De una escena a otra los cambios en las relaciones son tan bruscos que no se sabe exactamente que está pasando, pero es que además tampoco se crea un misterio en torno a esa confusión para poder tenernos enganchados y todo pierde su importancia. El montaje se acelera sin razón ninguna para luego abusar de la cámara lenta en escenas prescindibles o en momentos cruciales, cuyo impacto se ve disminuído.

En cuanto a la atmósfera, buena idea de limitar la película al edificio, sin que sepamos de dónde vienen los personajes cuando llegan en coche al parking exterior. Pero un gran problema es que lo que se pasa dentro no tiene interés ninguno. No hay la tensión sobresaliente del tren de Snowpiercer, por ejemplo. El edificio resulta frío, es lógico, pero cuando el resto de elementos fallan en la película, una atmósfera minimalista no hace más que aumentar el aburrimiento.

Las buenas intenciones de Wheatley no son suficientes. High-rise es una película que no da tregua al público en cuanto a entretenimiento y cuyo mensaje pretende descubrirnos la pólvora a estas alturas. Lo único bueno que puedo decir es que al menos se reivindica la canción SOS de Abba, pero la película en sí, ni lo dudéis, es un SOS en toda regla.
harryhausenn
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