Es una película muy rara, pero lo mejor es el dúo, que los policías protagonistas del film crean. Son como un Sancho Panza y un Don Quijote; y éstos ocultan una cierta correspondencia homosexual entre ellos; aunque otros advertirán que se trata de una gran camaradería entre compañeros del Cuerpo.
El asunto, que se considera, puede ser bastante verosímil si lo estudias a fondo desde luego; pero su contenido humorístico no te permite distinguir eso demasiado. Eso sucede con el tema sobre el policía forastero; que llega desde la ciudad a un pueblo, y transporta todas las paranoias criminales de la ciudad consigo, en particular; y con la sugerencia de la perspectiva de que toda una población puede estar equivocada o compinchada también; con el designio de lograr unas aspiraciones, que resulten estar fuera de la ley, a veces; puede que refiriéndose a los nacionalismos; que coexisten en la nación creadora de esta película, que es Gran Bretaña, de una forma disimulada asimismo.