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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Adrián Klas:
7
Drama Rusia, 1961. Rudolf Nureyev, el bailarín de ballet más grande de todos los tiempos, viaja por primera vez fuera de la Unión Soviética como miembro de la prestigiosa Kirov Ballet Company. Aunque el KGB sigue de cerca sus pasos y a pesar del gran peligro que conllevaba entonces la deserción, Nureyev huirá tomando una decisión que podría cambiar el curso de su vida para siempre. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que los rusos han tenido a los Di Stéfano, Pelé, Maradona y Messi del ballet entre sus bailarines académicos clásicos, no cabe duda. Y que Nureyev es uno de ellos, tampoco. Ahora bien ¿qué se espera de un biopic de ficción, no documental, basado en un ensayo y con la imperiosa necesidad de dotar al guión de situaciones y palabras que se acerquen lo mejor posible, tanto a los hechos verídicos como al espíritu artístico del personaje involucrado? 1) Que entretenga al espectador -requisito excluyente de toda propuesta artística, no importa a qué género pertenezca-. Y este film lo es. Centrado en los 5 "históricos" días de 1961 durante los cuales el Kirov Ballet visitó París, no decae nunca la tensión por el desenlace. 2) Que informe al público sobre el artista en cuestión, recreando algunos de sus momentos de vida más emblemáticos. Y los provee: nacimiento, infancia, familia, contexto socio-histórico, formación artística, etc. ¿Lo hace mediante flashbacks? Sí, porque el nudo dramático del relato está puesto en ésos 5 días, no en el pasado de Nureyev, aunque este sea importante para detonar los hechos presentes. 3) Que muestre algo -poco o mucho- del arte del personaje. Lo muestra, quizás escasamente, pero con ello invita a ver al Nureyev real, disponible en numerosos videos y filmes. 4) Que las caracterizaciones sean buenas. La del bailarín devenido actor Oleg Ivenko es irreprochable. Y la del resto de los roles secundarios, de buenas a correctas. 5) Que respete las singularidades culturales de los personajes. Lo hace -y no como la serie Chernobyl-, ya que en general y con un buen nivel de lenguaje, los rusos hablan en ruso, los franceses en francés y el inglés es usado como lengua de comunicación entre unos y otros, como ocurre a nivel universal. 6) Que no falsee los hechos. No lo hace; según los registros, las cosas ocurrieron como se presentan el film... Y si la ocasión da para echar un poco más de tierra sobre la tumba de la dictadura soviética -u otras-, que impedía la libre circulación de sus habitantes, bienvenido sea. Sobre todo porque es cierto.
Ahora bien: si con todo ello el biopic gusta o no gusta, emociona o no emociona, etc. ya es una cuestión subjetiva de cada espectador. Pero la película -que cumple con la suma de los requisitos anteriores-, es buena. Y de ninguna manera justifica ciertas opiniones recurrentemente denigratorias que se leen por ahí. Críticas -que bien fundadamente- no comparto.
En síntesis: la recomiendo.
Adrián Klas
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