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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Adrián Klas:
7
Serie de TV. Drama Miniserie de TV (2020). 4 episodios. Una joven judía ortodoxa abandona un matrimonio concertado en Nueva York y pone rumbo a Berlín, donde vive su madre. La historia se inspira en las memorias de Deborah Feldman, en las que narra en primera persona cómo huyó de su estricta comunidad religiosa cuando era joven. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2020
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¿Quiénes? corresponde preguntarse: si los opresivos religiosos fundamentalistas y sectarios -presentados como "los malos de la película"-, o los descendientes de los mayores genocidas de la historia, aquí mostrados como los generosos, amables y receptivos anfitriones "del paraíso perdido" de una protagonista que, a grandes rasgos, encarna a la autora de la novela que ha dado lugar a la serie...
¿Qué tal si de forma diferente, en distinta medida y por otros motivos, anidara en ambos una matriz fascistoide?
Veamos...
Volcar una crítica "no superficial" -u obvia- de "Unorthodox", no es sencillo; ya desde el título se vuelve complejo; aunque lo entendamos semánticamente. Su traducción al español sería "Heterodoxa"; pero ello no describe a quien -como en este caso- reniega de su origen... Y como si fuera poco, hay que sumarle no menos de 500 años de historia -¡por no decir 5000!-; desde la expulsión y confiscación de bienes de los judíos y musulmanes de España, ordenada por los reyes católicos Isabel y Fernando -quienes con su apoyo a la inquisición católica, promovieron una aberrante metodología de trato vejatorio y/o criminal a cualquier disidente u otro (ya sea en Europa, o en el resto del mundo), además de servir de ignominioso antecedente histórico que precede en varios siglos al nazismo...-. Mas el posterior emplazamiento de los judíos en toda la vasta región que va del Mar Negro al Báltico, y la revolución renacentista e iluminista de la ideas, desde Descartes a Spinoza, Marx, Freud, Brecht, Benjamin, Fassbinder y -si se quiere- Merkel (los dos últimos antifascistas cristianos), sumado a la historia contemporánea de una alemana judía -o viceversa- que, cual sujeto descendiente de ésos sobrevivientes para los cuales la nacionalidad ha sido equivalente a su condición religiosa y cultural, retorna "a la madre patria". Y a ser "madre" ella misma; aunque en su caso "moderna, aggiornada, secular". Madre de "un bebé sin padre" -ergo sin macho opresor, como cabe a tantas mujeres hoy día-, que además es hija de quien habiendo hecho análogo proceso exogámico, también "ha salido del closet", reconociéndose lesbiana.

En resumidas cuentas, una historia que narra dos derroteros, repetitivos. Y por ende edípicos... Paradójicamente un tema tratado científicamente por Freud -un no observante-, otro judío alemán que representa el epítome de la individuación, proceso con origen en el pensamiento racional cartesiano y posteriormente iluminista de Spinoza -judío excomulgado-, que a su vez encarnan entre fines del S.XVIII y principios del XIX los descendientes de Moisés Mendelssohn -burgueses alemanes-: su hijo converso y su nieto Félix, el gran compositor, cuya mayor obra sinfónico-coral es el "Elías"... ¡sobre un bíblico profeta hebreo!

Respecto de la pertenencia "a la secta ultra ortodoxa", corresponde decir que en ella anida un ambivalencia dramática: a diferencia del imprevisible destino que enfrenta Esty tras su escape del grupo y del matrimonio, dentro de la secta -tanto en la ficción como en la realidad- "no hay parias". A nadie le falta lo básico para una digna subsistencia material y espiritual, siempre que comulgue con los valores éticos y sociales de sus pares. Y simultáneamente, son estos mismos sectores de la comunidad judía los más reaccionarios y políticamente conservadores, ultra derechistas retrógrados (a tal punto que pesa sobre ellos la sospecha del asesinato del primer ministro I. Rabin) e históricos especuladores extorsivos en la conformación de cada gobierno israelí.
Es decir, no les es ajeno su propio pecado de xenofobia y destrato opresivo, cosificador hacia las mujeres (y otros, como los palestinos en Israel), lo cual da tema a la miniserie. Y aunque se muestre "el cuidado de los suyos", opuesto al rigor insensible del capitalismo, no se explicita suficientemente como "valor". Ni tampoco demasiado la vigencia del sentimiento antisemita alemán... O su versión neonazi...

En síntesis, si bien como espectadores no afines al modo de vida de los judíos ultra ortodoxos, podemos empatizar con "la fuga de Esty" -y en consecuencia de su mentora "real"-, a mi criterio lo importante a rescatar es la contradicción dialéctica que da marco al tema y su devenir. Al mismo tiempo que gran producto de ficción, también "Unorthodox" es una invitación a la comparativa entre un mundo si se quiere primitivo, y otro moderno, libre, de ambivalentes Derechos Humanos... aunque inhóspito y repleto de pobreza e insatisfacción individual y colectiva.
Como judío laico, criado en un medio tradicionalista proveniente de observantes del S.XIX, la serie me ha resultado muy movilizadora y reflexiva.
(Nota: para no ser reiterativo, todo lo atinente a su relevante calidad artística y técnica, puede ser leído en otras críticas. Gracias).
Adrián Klas
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