Este film es un drama legal que, en la medida que avanza, logra el interés por las pesquisas del abogado Mickey Haller (Matthew McConaughey) ante un caso que investiga. Para este tipo de film, el cineasta logro mantener el interés y todos sus elementos de intriga, como piezas de ajedrez: son meticulosos en la medida en que surgen las preguntas, el cual no parece tener claridad, hasta que agotado el recurso de conocer a los implicados, surge la verdad.

Dos cosas para concluir que surgen de forma espontánea y evidente. Primero, Matthew McConaughey logra una destacada y carismática interpretación protagonizando a un abogado. Segundo, lo quebrantable que puede ser el sistema judicial norteamericano a la hora de hacer justicia de verdad. En este sentido y tal como lo escribí en “Conviction”: “A pesar de que el film, se circunscribe en esa idea de vencer a todo un establecimiento, la película recrea un hecho jurídico sin aspavientos y que una vez más, invita a la reflexión sobre que es realmente la justicia”.

En este sentido, la historia del cine ofrece muchos ejemplos como “Erin Brokovic”'. De manera pues que la película que hoy nos ocupa es buena (aunque algo obscena), tiene un guión inteligente y reconocer que los personajes resultan creíbles gracias a los actores que los caracterizan (no lucen desgastados).

Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic, Barranquilla, Colombia)