Parece ser que el “cine negro” era una asignatura pendiente de Michael Winterbotton (“Génova”). De todas formas su cinta, si bien no es un súper film, se deja leer para bien de la experiencia de aproximarse al cine en cuestión y atiborrado de grandes maestros del género.

Respecto a la cinta "El demonio bajo la piel", cabe señalar que se siente una aparente sensación de placidez, ya que su acento, imprime un silencio sobre las culpabilidades del personaje principal, siendo la historia por ende; narrada en primera persona.

Además, la cinta (con violencia explícita) posee un excelente reparto: Jessica Alba como Joyce Lakeland, Kate Hudson como novia de Lou y Casey Affleck en el roll de Lou Ford, un papel en el que creo, al fin termina por convencer.

Si bien esto último puede ser debatible, lo reconozco, lo que importa a la larga, es que el cineasta Winterbotton disecciona al asesino descrito en la novela de Jim Thompson, yendo a lo profundo de su ser y su niñez. Si bien esto para un personaje psicópata es una expiación, no reconoce que es un asesino por naturaleza. En este contexto, la trama funciona.

A propósito, nunca dejaré de recomendar el libro “Peces de colores”, de Chandler. En el prólogo encontrarán, quienes lo lean, aspectos fundamentales de la “novela negra” que por supuesto, exhorta.

Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic. Barranquilla, Colombia)