De lo mejorcito que he visto este año entre los productos "made in hollywood". Divertida, ágil, e inteligente (aunque no tanto como prodigan los periódicos). El guión, excesivamente ensalzado, posee la virtud de limitarse a lo que debe ser un guión, sin los excesos y tonterías a las que intentan acostumbrarnos. En realidad, la película no deja de ser un atracto a un banco desarrollado con mayor o menor ingenio y fantasía: lo verdaderamente interesante está en la realización de Spike Lee, que construye a base de cambios de ritmo y frases ocurrentes un buen divertimento. Los actores dan la talla, aunque quizá Denzel Washington esté un poco sobreactuado, en contraposición a un Willem Dafoe magistralmente contenido. Muy recomendable para pasar el rato.