Abel no merece la pena, económicamente no se puede decir que haya prosperado mucho. Trabaja poco, no es demasiado amable con los que le rodean, y el declive en que vive, lo comprende él mismo, y reacciona ante él. ¿Como?, facil asesinando, por placer, sin causa ni motivo. Se esfuerza por aparentar cordialidad, pero cuando lo conozcamos finalmente, su calidad moral quedará constatada. Su amigo el kioskero le explicará todo esto en una muy importancia secuencia de la película.
Y es que como bien dice la Biblia no es bueno que el hombre esté sólo.
4.4 sobre 10.