Por si no lo conocen, Dexter Morgan es un virtuoso forense del departamento de policía de Miami. Es el maestro de la sangre. Vive por y para ella. Sabe leerla. Sabe escuchar sus historias de crímenes. Eso sí, el castigo lo pone él.

Abandonado en la más temprana infancia por la truculenta muerte de sus padres, es rescatado por un policía, Harry Morgan (James Remar). Éste deviene no sólo en su adoptante, sino también en un fiel protector de Dexter cuando éste revela un difícilmente refrenable impulso homicida. Harry le enseña a canalizar ese impulso para dar sangrienta muerte a aquellos criminales que evaden el filo de la justicia. Sin dejar huella o rastro alguno... Ellos lamentarán haber cometido sus crímenes cuando el escalpelo de Dexter se cierna sobre ellos.

Esta serie, para mí toda una sorpresa, se centra en la andanza de Dexter, un reputado forense que esconde bajo un perfecto disfraz de cordero un negro y letal lobo que acecha a todos aquellos que han cometido un crimen y no han sufrido castigo alguno.

Que nadie se engañe. Dexter es un asesino. Frío, inteligentísimo, disciplinado, educado, calculador y, sobre todo, mortal. No hay más conclusión: ganarse la atención de Dexter es citar a una rauda y brutal muerte.

La primera temporada, que es la que de momento he visto, es todo un lujazo de historia. Personajes secundarios muy trabajados escoltan a un protagonista original y rico en matices, absolutamente único. Le temeremos a la par que le admiramos por su soberbia astucia. Todo comienza con unos misteriosos asesinatos que dejan tras de sí los restos drenados de sangre de varias prostitutas. La creciente admiración de Dexter por el siniestro y enigmático asesino irán en aumento mientras le sigue las pistas, cada vez más peligrosas, hasta un apoteósico final.

Lo mejor- El personaje principal. Completísimo y muy logrado en su interpretación por Michael C. Hall.
Lo peor- Aunque es una serie corta (13 capítulos de 50 minutos de duración cada uno), los inicios de la serie pueden hacerse un tanto tediosos, aunque el nudo y desenlace de la historia bien merecen la pena.