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Voto de Javi McClane:
6
Comedia. Musical Lars (Will Ferrell) y Sigrit (Rachel McAdams) son dos músicos islandeses desconocidos que tienen delante la oportunidad de su vida: representar a su país en el concurso musical más importante del mundo. Ahora podrán demostrar que hay sueños por los que vale la pena luchar.
26 de junio de 2020
55 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que se anunció este proyecto en exclusiva de Netflix tuve ganas de poder visionarlo, sobre todo por la participación del hilarante Will Ferrell en el mismo, comediante que me encanta, por cierto. Hace unos meses se promocionó con un curioso videoclip, llamando la atención de propios y extraños.

Supongo que la gracia de la producción era coincidir con el festival de Eurovisión de este año, pero no ha podido ser a causa del coronavirus. Pues con esta producción los fans de aquel festival musical y europeo están de enhorabuena, porque si con algo cuenta este film es con un máximo respeto al popular festival, así como infinidad de cameos de cantantes de otros años, siendo algunos bastante llamativos.

Y es que la película es más emotiva que divertida, ya que apuesta más por el romance y la espectacularidad de la puesta en escena que no por hacer reír al espectador, lo cual puede ser considerado algo decepcionante viendo quién es el protagonista o cómo se ha vendido el film (el videoclip fue más una herramienta de marketing, ya que no hay ese tono paródico que podía parecer en un principio), pero hay que admitir que estamos ante una simpática propuesta perfecta para los seguidores de Eurovisión que, lamentablemente, este año se han quedado sin su cita anual.

El director es el mismo de De boda en boda (donde ya trabajó con los dos protagonistas película que nos ocupa) o El Juez (que es un drama algo olvidable que curiosamente he visionado hace bien poco) y la verdad es que realiza una estupenda labor tras las cámaras, gracias a la espectacularidad de los números musicales (los fans de Eurovisión lo van a disfrutar), con un mash-up en concreto que nada tiene que envidiar a los de Dando la Nota (Pitch Perfect). Por encima de la media para un producto de estas características.

El guion es cortesía de dos individuos, uno de ellos el propio Ferrell. Se nota el mimo y respeto por todo lo que envuelve al festival, no cayendo jamás en la mofa o en la parodia al concurso y con los deberes bien hechos. No sé si el genial cómico es fan del festival europeo, pero hay que aplaudirle que lo haya manejado todo desde el respeto y el buen hacer.

Sin embargo se echan de menos muchas más risas, ya que es cierto que hay momentos simpáticos y bastante logrados (como el tema de los elfos), pero no los suficientes para que tengamos la sensación de estar ante una comedia, sino más bien ante una carta de amor al concurso que apuesta más por la emotividad del conjunto y la química entre los dos personajes protagonistas que no por el humor alocado de otras producciones de Ferrell (¿se nos estará haciendo mayor?).

Creo que Ferrell debería haberse desmelenado un poco y haber aportado más hilaridad a la película. La verdad es que no le habría venido nada mal al film. Por otro lado, la cinta que nos ocupa tiene demasiadas similitudes con otra comedia del bueno de Will, como es la injustamente olvidada y superior Patinazo a la Gloria (Blades of Glory), solo que sin la mala baba de aquella y replicando situaciones con exactitud. Un trabajo un poco perezoso por parte de Ferrell en ese aspecto, aunque tampoco nada alarmante.

Otro aspecto a destacar en lo negativo es la duración del film, ya que casi supera las dos horas, cuando no le habrían venido nada mal diez minutos menos, siendo sinceros. Le suele pasar bastante a las comedias de este granuja, pero tampoco es nada que arruine la función.

En cuanto al reparto, Ferrell hace de Ferrell, como casi siempre, y la verdad es que no es nada malo (al menos para un servidor) ya que es una fórmula que le funciona, aunque hace el mismo personaje de siempre (aunque quizás con algo menos de gracia, ya que los tiene mejores, como el de Blades of Glory, por ejemplo).

No se queda atrás una convincente y entrañable Rachel McAdams, la cual es, sin lugar a dudas, una de las actrices más infravaloradas del panorama cinematográfico actual. Ellos verán. En lo que respecta a su aportación en el film, no chirría en absoluto y mantiene el pulso muy bien a su alocado compañero. Gran acierto de casting.

A destacar a un genial Dan Stevens (que se nota que se lo está pasando en grande) o a un correcto Pierce Brosnan, en un papel quizás demasiado serio para él, ya que el popular actor tiene una gran vis cómica y esta película no ha sabido aprovecharla. Una pena, aunque se agradece su participación. Y, por supuesto, atención a la infinidad de cameos, sobre todo si se es fan del festival.

Y es que la película no deja de ser un escaparate de lujo para Eurovisión (y un regalo para sus fans), siendo una estupenda promoción para espectadores que no estén familiarizados con el concurso (por ejemplo los americanos, de los que Ferrel, que también es americano, se mofa sin pudor alguno). Se nota que los responsables del festival han aportado su granito de arena a una película que homenajea a la música y al propio concurso. Como ya he indicado, es una pena que en ese afán de querer ofrecer algo digno se pierdan bastantes risas, pero todo no se puede tener.

En conclusión, estamos ante una simpática comedia, que apuesta más por la emotividad y el respeto a Eurovisión que no por las risas, por mucho que se vendiera de otra forma. Merece la pena, ya sea porque eres fan de alguno de los actores de su estupendo reparto o porque te apasiona el festival europeo, pero queda la sensación de que algo le falta, quedándose a medio gas. Lo dicho, simpática y respetuosa, además de imprescindible si eres fan de Eurovisión. Nos vemos en la próxima, señor Ferrell.

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Javi McClane
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