Investigando por Netflix (que uno nunca sabe lo que se va a encontrar), me topé con esta antología de terror de cinco episodios titulada “¡No veas esto!”. Como suelo hacer siempre, antes de su visionado me informé un poco y las pocas críticas que encontré (porque se ve que esto no lo ha visto ni la madre del director) la dejaban peor que una basura infecta. No se equivocaban, ya lo adelanto.

A pesar de las advertencias (no solo de las opiniones negativas, sino del propio título, curioso cuanto menos…), me decidí a verlo debido a su escasa duración, y también, para que engañarnos, porque la basura se olía a kilómetros y quería sacrificarme por el bien de la humanidad para alertaros ante el Apocalipsis hecho serie. Y así ha sido, en eso no ha decepcionado.

Como ya digo, se trata de cinco cortos de muy escasa duración (lo cual se agradece) y que considero que es mejor valorar de forma individual, aunque todos sean un excremento infecto.

1) Pulsera de amistad

Este corto (o episodio) es el más largo, aunque tan solo dura 9 minutos. Trata sobre una joven marginada que decide experimentar con las dos únicas chicas que le hablan en el colegio. Como metáfora del buen rollo y acercarse a los marginados no tiene precio (en plan, tú hazlo que verás lo que es bueno), pero en serio, es una bazofia infumable de la que nada se puede salvar. Pero, desgraciadamente, no es el peor episodio.

2) El juego de los acertijos

Este dura cinco minutos, y sinceramente, sigo sin entenderlo, pero es que tampoco hay mucho que entender, ya que trata sobre una especie de hacker que se mete en la Deep web y tiene que realizar una serie de pruebas. De nuevo, basura infecta y sin razón de ser.

3) Incommodum

Hablamos de un corto con imágenes bizarras y tétricas, que dura 2 minutos, y que una vez visto te deja igual que como has empezado. No se puede considerar ni episodio, pero en fin, este es el nivel.

4) Prohibido el paso

Quizás este sea el único episodio al que se le puede sacar algo de jugo, pero tampoco nos volvamos locos, ya que tiene un par de instantes logrados, pero poco más. A pesar de estar por encima de sus hermanos, en otra serie sería un suspenso. Dura unos escasos 7 minutos, con lo cual es imposible conectar con nada, pero tampoco es una mediocridad absoluta como los otros. Poco más se puede decir.

5) Antoni, el psicópata

Agarraos, que vienen curvas. Si lo comentado hasta el momento ha sido como las siete plagas multiplicadas por mil, este quinto episodio, de dos minutos, es el Apocalipsis. Y vosotros diréis: “cómo es posible que algo de 2 minutos sea una basura nauseabunda?” Os diría que lo comprobaseis vosotros mismos, pero temo por vuestra salud mental. Una tontería que no merece la pena ni comentar.

Una vez vistos los cinco episodios, uno se pregunta sobre las verdaderas intenciones de sus responsables, ya que cualquier amateur te hace algo mil veces mejor, y con mínimo esfuerzo. La verdad es que su título ya es de por sí una declaración de intenciones. Se puede pensar que se refiere a que el material es tan violento y terrorífico que es mejor que no lo veas, como atrapando al espectador potencial… pero no, más bien creo que son conscientes (en su labor de Trolls del averno) del pastel, y quieren advertir al personal, como un experimento fallido que puede tener consecuencias legales en la población. Y de ahí el título y el sentido de la serie.

Aparte, sumando la duración de los cinco episodios no se llega a la media hora, y un inocente mortal puede pensar que no es perder el tiempo si se decide verla, debido al poco tiempo invertido, pero os aseguro que hay mejores cosas que hacer, como ver un episodio de Big Bang, un crucigrama o mirar una pared blanca durante media hora. Cualquier cosa es más provechosa que ver esto, os lo aseguro.

Y es que cabe preguntarse qué iluminado de Netflix ha permitido que entrase algo así en la plataforma, y hace cuestionarse los dudosos filtros de calidad que se llevan a cabo. Da para un documental, porque esto no tiene nombre.

En fin, lo diré por si no queda claro: NO VEAS ESTO

No podréis decir que no os he avisado.

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