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Voto de Javi McClane:
8
Thriller. Intriga El veterano teniente Somerset (Morgan Freeman), del departamento de homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por el ambicioso e impulsivo detective David Mills (Brad Pitt). Ambos tendrán que colaborar en la resolución de una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como base la relación de los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. Los cuerpos de las víctimas, ... [+]
24 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada en 1995, ya han pasado 25 años (que se dice pronto) del clásico de culto de David Fincher, Seven, el thriller de crímenes por antonomasia, y que ha resistido el paso del tiempo de forma espectacular, hasta el punto de que hoy en día todavía sigue estando de actualidad, cosa que no pueden decir otros films aplaudidos de la época que ya nadie recuerda (no daré títulos).

¿Por qué Seven sigue siendo una cult movie irrepetible que todavía da que hablar? ¿Será por sus dos fabulosos protagonistas? ¿Por la estupenda y sombría labor tras las cámaras del genial David Fincher (en su segundo trabajo en el cine, algo muy a tener en cuenta)? ¿O quizás por su inesperado final? El caso es que estamos ante un film irrepetible, donde todas las piezas encajan a la perfección. Conviene hacer un repaso de las mismas.

David Fincher salía directo del tortuoso y caótico rodaje de la fallida Alien 3 (de la que el propio realizador reniega), embarcándose en este thriller arropado por un reparto de lujo, y que llegó sin hacer demasiado ruido (eran otros tiempos), pero que hoy en día es historia del cine. Y es que aquí el bueno de David mantiene el control en todo momento, haciendo que las dos horas de metraje no se hagan en ningún momento pesadas, con unas escenas para el recuerdo y unos asesinatos que dejan huella, no escatimando en sangre, aunque jamás siendo demasiado explícito.

Seguramente sea uno de sus mejores trabajos (para muchos, el mejor), pero todo ello es también gracias a su maravilloso guion, con unos diálogos y personajes impagables, con dos protagonistas muy diferentes y que se complementan a la perfección, y con una serie de secundarios que ponen la guinda a un pastel muy bien confeccionado.

Hay mucho que rascar en este film sobre un asesino en serie que basa su enfermiza obra en los pecados capitales (muy original para aquel momento), ya que hay muchas reflexiones y debates posibles al respecto, siendo una sólida cinta que presenta una serie de elementos que la diferencian del resto de producciones de la misma índole. Sobra decir la cantidad de copias que surgieron a raíz de esta propuesta, ninguna de ellas a la altura de las circunstancias, por cierto.

En el reparto tenemos a dos insuperables protagonistas, como un entregado Brad Pitt, en un papel chulesco de esos que le quedan como anillo el dedo, o como un perfecto Morgan Freeman (actor que jamás decepciona), siendo el verdadero protagonista de la cinta y el que tiene las mejores frases, en ese papel de detective cansado y escéptico, a punto del retiro, y que ha perdido la fe en todo. Es en su mirada y sus palabras donde radica el alma de la propuesta. Respecto a los secundarios, me limitaré a decir que están estupendos, aunque hay uno en concreto que lo borda. Si habéis visto el film, sabréis a quién me refiero.

Que la película sólo fuese nominada al mejor montaje en los Oscars de su año, es un motivo más para dejar patente que esos premios no tienen ni idea, ya que mereció nominaciones para todos sus apartados (dirección, guion, reparto…), pero no fue el caso. Eso si, que la nominación a mejor película para Babe, el cerdito valiente, no falte. Es que son miopes a más no poder.

Diría aquello de que al final el tiempo la ha puesto en su sitio, pero es que ya fue una película que impactó y marcó un antes y un después en su estreno, por lo que me limitaré a decir que su final sigue siendo recordado como uno de los más impactantes del celuloide, así como el resto de una producción que merece su estatus de culto.

No sé si es la mejor película de Fincher (tiene una filmografía envidiable, como la apasionante La red social/The Social Network, otra que fue maltratada en los Oscars…), pero sí uno de los mejores thrillers habidos y por haber, y quizás el mejor. 25 años de un film que jamás será olvidado. ¿Cuántas películas pueden decir eso? Gracias, señor Fincher.

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Javi McClane
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