Es curioso que esta comedia independiente estrenada en 2014 pasase tan desapercibida, más que nada porque sus tres protagonistas son los conocidos Zac Efron (de estreno en Netflix con la recomendable serie documental Con los pies en la tierra), Miles Teller (protagonista de la maravillosa Whiplash) o Michael B. Jordan (que después de muchos años intentándolo, por fin saboreó el éxito con las dos partes de Creed y como villano en Black Panther). Cierto es que quizás el último no gozase de tanta popularidad en ese año, pero lo que es seguro es que el reparto es llamativo.

Masacrada sin piedad por la crítica y con unos beneficios en taquilla que dieron para cubrir costes y poco más, estamos ante una simpática comedia, carente de pretensiones y que es muy superior a infinidad de cintas independientes mucho más aplaudidas y que cuentan mucho menos, ya que al menos en esta hay un interés en entretener, siendo una extraña (pero agradecida) mezcla de cine independiente (más que nada por el presupuesto) y cine comercial.

La película supone el debut en la dirección de Tom Gormican, y la verdad es que ofrece lo esperado en un producto de estas características, pero tampoco nada llamativo o especialmente relevante, ya que el fuerte de la película no es este, precisamente. Lamentablemente, el bueno de Tom no ha hecho nada más, aparte de rodar un par de episodios de una serie que no pasó de su primera temporada. Una pena.

La clave de la película no sólo está en el reparto (que ahora iremos con él), sino también en el libreto, ya que hay una serie de personajes muy bien dibujados y divertidos (sobre todo el de Teller), además de diálogos y situaciones mucho más logradas e inspiradas de lo que se puede esperar a priori. Creo que los críticos fueron demasiado duros con la película, ya que no es tan boba como quisieron vender, ni tampoco juega a ser profunda, siendo una cinta tan inocente como de fácil digestión, que quizás peque de tópica pero que se deja ver con agrado. 

En cuanto al reparto, Efron cumple a la perfección en su rol de tipo distante y granuja con el sexo opuesto, siendo el chulo del trío protagonista. Mejor que él está el señor Miles Teller, claro que tiene el mejor personaje de la función, y eso se nota. Un poco por debajo se encuentra un correcto Michael B. Jordan, el cual cumple sin más. Mención especial a unas entregadas y convincentes Imogen Poots y Mackenzie Davis, que gracias al buen hacer de sus interpretaciones añaden frescura al conjunto.

En conclusión, estamos ante una comedia romántica que no engaña a nadie, que cumple su función y que quizás da un poco más, ya que no creo que se quede en tierra de nadie ni sea un producto insustancial, porque tiene sinceridad y humildad en las reflexiones que ofrece, siendo una película que merece la pena y que debió tener mejor suerte, cayendo en el olvido de forma más que injusta, cuando es infinitamente mejor que muchos productos similares mucho más pretenciosos y aburridos. Recomendable. 

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