Anunciado por sorpresa hace apenas unas semanas, A la mierda el 2020 (nada que ver su título español con el original y más comedido, Death to 2020), es un especial de Netflix, de los creadores de Black Mirror y que sirve de despedida de este espantoso 2020, un año para olvidar. Por supuesto, la presencia de actores de la talla de Samuel L. Jackson (mi actor favorito) o Hugh Grant (que está viviendo una segunda etapa dorada) me animó a darle una oportunidad a esta rareza.

Lo que no esperaba es que estaría ante una crítica tan mordaz, hilarante y divertida del 2020, hablando de temas tan polémicos como el coronavirus, el Black Lives Matter y, en especial, de Donald Trump. Por que sí, este falso documental es un evidente bofetón a la carrera política de dicho personaje, por lo que es mejor que sus fans (si es que todavía los hay) eviten perder su tiempo en una producción que no se esconde y tiene claras sus convicciones.

La verdad es que los rostros que aparecen para dar su opinión (como si de un comité de expertos trasnochado se tratase, casi lo que ha sucedido en algunos países…) dan más dinamismo y diversión a una fiesta de poco más de una hora, que entretiene y cumple su objetivo al recodarnos lo desastroso que ha sido este año 2020 (de lejos, uno de los peores de nuestra historia), pero sin abandonar el humor, cosa que se agradece, y más en estos tiempos.

Por supuesto, Jackson y Grant están tan geniales como cabría esperar de ellos (sobre todo el segundo, con un personaje desternillante), pero no se quedan muy atrás Lisa Kudrow, Joe Keery (con un personaje similar a la reciente Spree), Kumail Nanjiani, Cristin Milioti (viesta en Como conocí a vuestra madre o la reciente y muy recomendable Palm Springs) o Leslie Jones (Las Cazafantasmas), la cual ofrece la mejor reflexión de todo el 2020, un dardo a los extremistas que no cae en saco roto.

Lamentablemente, no todo es perfecto en el especial, ya que no siempre se da en la diana, con algunos momentos y bromas que buscan la risa, pero que no acaban de acertar (concretamente, los del científico), así como el abandono de las bromas justo cuando se aborda el peliagudo asunto del Black Lives Matter, posicionándose sus responsables claramente, pero abandonando la crítica ácida durante varios minutos, como si la fiesta tuviese un parón abrupto. Es inevitable hablar de ese incidente si se hace un documental sobre el 2020, pero se hace con un exceso de prudencia, abandonando el tono socarrón presentado hasta el momento.

Y debo advertirlo… Sí, se habla del coronavirus, pero más de Donald Trump y las elecciones contra Biden, mofándose los responsables de ambos (es inevitable caer en el chiste fácil), aunque más del primero. Quizás sea una sorpresa para algunos espectadores, y más si se está desconectado del panorama estadounidense actual, pero para mí no ha resultado ser un problema, y más cuando se hace una mofa comparándolo con la temporada de una serie.

Y es que estamos ante una sátira tan entretenida y graciosa como necesaria, aunque es indudable que sus responsables se posicionan en un bando, lo que seguro que decepcionará a más de uno, pero yo lo he disfrutado como el que más. Al final se bromea con la posibilidad de hacer otro especial a finales de 2021 (que será otro año complicado…), y no me importaría, mientras se mantenga el nivel y regrese ese sensacional elenco de actores, totalmente entregados a este extraño experimento que supone el desenlace perfecto para un año tan terrible como el 2020, el cual nos ha tocado vivir y compartir. Una pequeña sorpresa y un jocoso regalo.

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