Noelle es una comedia navideña que Disney ha decidido traer al pobre catálogo de la plataforma en España, con un año de retraso, cuando es una película que ya han olvidado al otro lado del charco. Una vez vista, no es de extrañar. ¿Por qué cuesta tanto hacer clásicos navideños como los de antaño? No creo que eso vuelva a suceder, por lo que tendremos que conformarnos con los clásicos de siempre, aunque tampoco sería justo decir que la película que nos ocupa es un desastre (como por ejemplo, la reciente Amadrinadas, estrenada también directamente en la plataforma de Disney), siendo un producto de consumo rápido, inofensivo, pero que peca de ya visto.

De la dirección y el guion se encarga Marc Lawrence, responsable de infinidad de comedias románticas con Hugh Grant (como Amor con preaviso y Tú la letra, yo la música), al que se le nota un esfuerzo por ofrecer una producción original y fresca, con un claro mensaje feminista que se desaprovecha por completo, y dejando la sensación de que estamos ante un híbrido entre Elf (la protagonista adaptándose a un nuevo escenario) y Fred Claus (la familia Claus), siendo finalmente un producto del montón y lejos de los aciertos de esas producciones.

La dirección es rudimentaria y de carácter televisivo (por decirlo de alguna forma), con un juego de luces que denotan inexperiencia en ese campo. Por otro lado, la historia peca de predecible, ya que todos sabemos como va acabar todo, a pesar de algún detalle original en su desenlace. La película se deja ver, no siendo una absoluta pérdida de tiempo (como la película mencionada), pero no hay lugar para la diversión, el espíritu navideño o la magia, siendo solamente realmente emotiva en sus minutos finales, los mejores de la película.

No sé hasta que punto han querido intentar ser un nuevo clásico navideño, pero el hecho de que se haya estrenado directamente en la plataforma del ratón da bastantes pistas de la poca confianza que tenía el estudio en un producto que hubiese chirriado que acabase en las salas de cine. Vamos, un “directo a videoclub” de los de toda vida.

Anna Kendrick es una estupenda actriz con un don para la comedia, y aquí nos ofrece otra entregada interpretación, jovial y entrañable, haciendo suyo el personaje desde el minuto uno. Espero que el despiadado Hollywood no la relegue al olvido, como hace con tantas actrices, porque es de las intérpretes con más proyección del momento. Por ahí también se pasean Bill Hader y la mítica Shirley MacLaine, ambos como secundarios de lujo, pero quizás algo desaprovechados (en especial el primero), aunque se agradece su presencia.

En conclusión, estamos ante una comedia navideña cargada de buenas intenciones (su mensaje feminista), pero que se queda a medio gas, siendo un producto que se deja ver pero que no deja de ser de usar y tirar, cuya única función es rellenar el deplorable catálogo (al menos de momento) de Disney Plus, a la espera del desembarco de nuevas producciones. De momento, nos toca conformarnos con este film. Es lo que hay.

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