A mí el cine histórico imparcial no me convence, me parece demagogo. En cualquier otro tema que sea ficción se puede y hasta se "debe" tomar partido, pero en el caso de la historia no, porque ocurre lo siguiente. Para que uno pueda tomar posición o contar las cosas desde un sólo punto de vista, si la historia está basada en hechos verídicos, esto implica mentir. Todos sabemos que en la realidad no hay blancos y negros, siempre son tonos grisáceos.

Pues lamentablemente "Cristiada" no tiene grises, es una película destinada sólo a fanáticos religiosos, a personas capaces de justificar la falta de rigor histórico de Love y Wright. Hay algunos falsos cuestionamientos sobre Dios, pero sólo alcanzar para rellenar y terminan por reafirmar el poder de éste. El relato se vende descaradamente; eso hay que reconocerlo, jamás engaña a nadie, la película toma partido desde el minuto uno cuando vemos al bueno de O'Toole en un rol que jamás debió aceptar; el General Andy García es convenientemente un tipo ateo que terminará entregándose a la fe cual síndrome de Estocolmo.

Lo que decía de los blancos y negros se reafirma en el estereotipado de los personajes, los buenos son las víctimas más sufridas del planeta, y los malos son unos tipos con menos amor en el alma que una roca. Otro "crimen" de esta cinta es justificar panfleteramente a un cura que se hace soldado, y que dispara su escopeta cual Stallone en "Rambo". Volviendo al esbozo de los personajes, cabe acotar que la introducción de los rebeldes es mala. Ese ingreso del Catorce a balazos en su caballo, parece más bien un Eastwood interpretando al Sin Nombre que a un revolucionario mexicano; en general, todos los rebeldes parecen sacados de algún western, ni los sombreros son muy mexicanos.

Los problemas para "Cristiada" continúan en su director -menos mexicano que yo- quien hace su trabajo con cierto desgano, el uso indebido de la cámara en mano movediza, acompañada en más de una oportunidad por una fotografía oscura que no deja ver nada, es un desacierto gravísimo. Además el amigo Wright se da el lujo de desperdiciar su mejor escena, me refiero a la secuencia donde una mujer comienza a perder las balas que lleva guardadas, esta escena pudo ser digna del mejor Spielberg pero Wright se atropella sólo y la embarra dejándola para el olvido.

Si algo le faltaba a esta película para ganarse mi desprecio, eso llegaría de la mano de la sensiblería barata. En esta oportunidad con el tergiversado de la historia del niño, desconozco que hay de cierto en la participación de este niño en la guerra, pero no perdono la forma en que el guión introduce su "alistamiento" al ejército rebelde. ¿En qué universo cabe la posibilidad de que unos padres con más de dos dedos de frente y con el suficiente amor hacia su hijo -como parecen ser los de este niño- alienten a éste último -un pequeño de unos 12 o 14 años- a luchar en una guerra? Y lo peor es que es utilizado para colocar todos los golpes bajos del film, acompañados, claro, por una BSO melancólica y manipuladora.

Las actuaciones son apenas correctas, sólo destacan el General Andy García y el Presidente Rubén Blades, aunque éste último está ferozmente desaprovechado, apenas tiene participación en la historia. Tampoco entiendo porqué se ha rodado todo el metraje en inglés -con unos cutres cruces de palabras en español, tipo "chamaco" o "mijo"- cuando todos los actores denotan un remarcado acento latino.

"Cristiada" aburre, se hace larga, pesada, reiterativa, y poco informativa. Los que saben de historia le reprocharán sus faltas, y los que buscan buen cine le criticaremos sus otras faltas. En definitiva: sólo para fanáticos religiosos que quieran disfrutar ver a "los suyos" derramar sangre en el nombre de Dios.

Lo mejor: lo más rescatable es el Presidente Calles interpretado por un concentrado Rubén Blades, actor al que Wright debió darle más protagonismo.
Lo peor: sus descarados intentos manipuladores.