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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
9
Drama. Romance Joe Clay, jefe de relaciones públicas de una empresa de San Francisco, conoce durante una fiesta a la bella Kirsten Arnesen. La muchacha se muestra cautelosa al principio, debido a la afición de Joe a la bebida, pero después sucumbe ante su simpatía y se casa con él. (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Embriagante retrato sobre la degradación causada por la dependencia a la droga madre: el alcohol. Edwards maneja un pulso narrativo constante, que no decae en ningún momento.

"Días de vino y rosas" pasa por todas las etapas de la adicción, las felices y las tristes. Todos los estados, efectos y trances del alcohólico están expuestos en esta cinta, siempre con un realismo asombroso. Algunos comparan el trabajo de Aronofsky en "Réquiem para un sueño" (2000) con el que aquí hace Edwards; la comparación es válida, pero cabe destacar la gran diferencia: el joven director tiende siempre un surrealismo y una agobiante atmósfera irreal -para generar las emociones que se pretenden- que se aleja mucho de la puesta en escena realista de Edwards.

Es muy interesante como el relato a su modo muestra la incapacidad del amor de poder convivir junto al vicio. Por más que parezca que los protagonistas son amigos de la botella, en realidad la botella siempre tiene un lado egoísta que se despierta, por ejemplo, en la desgarradora escena del invernadero.

La intensidad de este drama depende de los actores casi que de la misma manera que los protagonistas dependen del alcohol. En este caso el labor de Remick y Lemmon es indispensable para conseguir el efecto esperado en el espectador. Ella cumple con creces. Él también, pero en más de una oportunidad demuestra que le es difícil alejarse de su histrionismo cómico, por ejemplo en la escena del streaptease, o el exceso de gestos tipo Jim Carrey.

El único defecto que le hallo a este film es la falta de profundización en los efectos generados en las personas que los rodean, sobre todo en la niña, la hija de la pareja. Apenas aparece en la historia, y jamás se ven las secuelas generadas por la irresponsabilidad de sus padres.

Confieso mi adicción a este tipo de dramas, y es que en el mejor de los sentidos "Días de vino y rosas" posee un matiz embriagante.

Lo mejor: Lee Remick, genial actriz que mereció más protagónicos en el cine.
Lo peor: la falta de profundización en la vida de las personas que rodean a los protagonistas.
Ketty Analfer D
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