Dentro de toda la montonera de films que ha hecho el alocado Murphy nos encontramos con uno que intenta mostrar la necesidad que tienen los hijos de ser reconocidos por su padres. Es verdad que pocas películas han logrado captar tan bien esa sensación de desatención que como hijos hemos sentido muchos, esa necesidad de dejar de pasar desapercibidos delante de los ojos de nuestra propia familia.

No puedo negar que esta película capta relativamente bien esa sensación y tiene un detalle que yo rescato mucho y es el hecho de que jamás vemos el mundo imaginario de la niña, algo que remarca que es tan sólo un escusa de ésta para pasar tiempo con su padre. A todo esto las escenas de la niña con el padre son en general bastante buenas.

No obstante la actuación de Murphy me sigue pareciendo chirriante y el personaje de Haden Church no aporta nada positivo tampoco, de hecho es lo más absurdo que contiene la película sobrepasando a todas las ocurrencias del mismísimo Murphy.

Por otro lado la cinta aburre muchísimo en varias partes, sobre todo cuando la niña no entra en escena.

No se confundan que tenga algunas cosas rescatables no salva a esta película del olvido total.

Lo mejor: la intención de mostrar la soledad de los niños.
Lo peor: no se toma absolutamente nada en serio.