Sin dudas estamos ante una analogía de la vida del propio Chaplin, no es necesario que nadie lo confirme porque salta en el primer fotograma. Sin dudas es también una buena forma de mostrar la decadencia de un artista con la llegada de la vejez, el quedar obsoleto ante el público, algo con lo que tienen que lidiar todos los artistas. Una profesión donde no existe el retiro obligatorio pero el no hacerlo a tiempo puede significar un grave error, porque el público se renueva y jamás perdona.

Para nada es azaroso que su partener en el número final sea justamente Buster Keaton, su competencia en los tiempos de cine mudo. Y tampoco es azaroso que una de las pocas líneas que tiene Keaton en "Candilejas" sea referida "a los viejos tiempos".

No digo nada nuevo si me refiero a la gran vis cómica de Chaplin, eso es algo que jamás perdió sin importar la edad; pero en lo que a drama refiere, en esta película sobreactúa; además de escenas como las borracheras que se ven demasiado "acentuadas".

Los diálogos son buenos, poseen unos mensajes muy profundos, la única pega es que a veces divaga un poco y casi que se pone metafísico. Por momentos comienza a hablar del amor, la vida y otros temas, y comienza a referirse a ellos de una forma demasiado filosófica que parece que está dando clases.

En lo que se excede de tiempo es en los números artísticos. Es justificable en el caso del ballet porque de verdad que es una escena muy exquisita, pero ya el número de las moscas amaestradas o el que hace con Keaton me parece que podrían recortarse bastante.

La banda sonora es de las mejores que ha compuesto Chaplin. Logra transmitir la melancolía del relato con gran precisión.

Tremendo el mensaje final donde claramente se denota que "el show debe continuar" (amplío esto en spóiler).

Lo mejor: la forma de mostrar que la gloria es más efímera de lo que parece.
Lo peor: Chaplin se enamora demasiado de sus solos humorísticos y se excede en metraje.