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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
8
Drama. Comedia. Fantástico En la imponente Nueva York, Jack Lucas (Jeff Bridges), un famoso locutor de radio caído en desgracia, y Parry (Robin Williams), un enajenado profesor de historia, emprenden la búsqueda del Santo Grial. (FILMAFFINITY)
19 de julio de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran film sobre la redención. LaGravenese es un humanista, no digo que sea Kurosawa o Renoir, pero cree en las bondades del ser humano y su capacidad para mejorar, y esta es una de las películas en que mejor lo plasma sin llegar a empalagar como en otras (la mayoría dirigidas por él mismo).

Le cuesta arrancar, todo el episodio del comienzo con los vagabundos es bastante largo y pesado, pero cuando despega la dupla Bridges/Williams la función está asegurada. No obstante, la que se roba el show es ese huracán llamado Mercedes Ruehl, tornado que arrebata cada escena en la que aparece, merecido Oscar. Y Michael Jeter protagoniza una de las escenas más surrealistas e inolvidables que recuerdo sobre un mostrador.

Es cierto que los divagues de Gilliam a veces pueden ser soporíferos pero en esta ocasión está bastante contenido, al igual que Robin Williams quien acostumbraba pasarse de la raya pero que acá ofrece una de sus mejores performances en el rubro cómico (como actor dramático nunca fue tan histriónico).

Hay detalles narrativos atribuibles tanto al guion como al montaje (es difícil discernir si las escenas se filmaron y se cortaron a posterior o si nunca existieron en primer lugar) que hacen tambalear un poco al film sobre el final. O sobra la vuelta nihilista de Bridges a la radio para que casi al instante se arrepienta y salga en busca del Santo Grial (problema de montaje), o falta desarrollo en esta involución/evolución catártica del personaje (problema de guion).

Gilliam será muchas cosas pero es innegable que visualmente es un dotado y entre fines de los '80 y principios de los '90 es donde más brilló. El uso de los angulares y los planos oblicuos es exquisito, además de su capacidad para sobrepoblar el encuadre con utilería manteniendo la profundidad y logrando un caos controlado, un caos que sólo puede verse como artístico. Junto a Brazil (1985) y 12 Monos (1995) son la trilogía consagratoria de Gilliam y el componente visual es lo que más las unifica.

P.D.: es un tanto cuestionable que Plummer se enamore de su stalker, y no sólo eso, sino que el hecho de saber que era su stalker parece enamorarla más aún (WTF?).
Ketty Analfer D
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