Seamos justos con Santiago Segura: tiene mucho estilo y mucho arte a la hora de hacer cine, aunque su personaje y él mismo conscientemente intenta dar la impresión de todo lo contrario. Las películas de Torrente han ido avanzando, eso está claro, y la primera no tiene nada que ver con la última; estamos hablando de un avance positivo, donde el estilo ha ido en mucha mejora y las risas cada vez son más aseguradas.
La enorme crítica que hace, tanto directa como indirectamente, es impresionante, por supuesto siempre con una dosis enorme de humor para quitarle importancia al asunto. En cuánto a los diálogos son tremendos, como siempre, aunque sean personajes distintos con roles parecidos, lo cierto es que es imposible que no te hagan reír.
La banda sonora también ha mejorado mucho, y por supuesto no podemos evitar hablar de los efectos especiales (nominados en los Goya), efectos que ya quisieran muchas películas de acción tener en sus cintas.
En cuanto a los personajes muy divertidos como siempre, dando siempre sorpresas con los que aparece en ella, puesto que es difícil que se haya dejado algún personaje del momento fuera del filme.
El argumento, bueno es Torrento el brazo tonto de la ley, ya sabemos más o menos que va a pasar, pero que más da, si lo importa es que te vas a reír y vas a pasar un rato muy bueno.
Como siempre, una película, un director y un pedazo de actor olvidado en los premios, es una lástima porque hay que dejar claro que Santiago Segura hace mucho más que cine, ¿o acaso soy la única que se ha dado cuenta?