Aceptable película basada en el libro de Rubino Romeo Salmoni.
Dado que en los Oscar de 1998, las otras películas nominadas a dicho premio eran pésimas, veo justo que este film dirigido y protagonizado por Benigni se llevara el galardón a la mejor película extranjera o debería decir, la película extranjera menos mala.
En mi opinión se trata de un largometraje con algún momento de lucidez y que por alguno de esos momentos le pongo el 5. Con alguna situación cómica y alguna que otra dramática, fué capaz de emocionar a muchos. Conmigo no llegó a conseguirlo simplemente porque a mi modo de ver y, aun habiendo ganado Roberto Benigni el Oscar al mejor actor, su gesticulación a la hora de interpretar es demasiado exagerada y con ello consigue que una película que debería haber sido una muy buena película, quedara solo como aceptable. Comparar, como hacen algunos, a Benigni con el genio más grande del cine, Chaplin, es un insulto a la inteligencia. Del mismo modo pienso que Nicoletta Braschi, está inexpresiva e indolente y que en muchas de las escenas, más que participar en una producción del séptimo arte, parece estar actuando en una sala de teatro. Es una pena pensar que cuando veo que hay buenas ideas en el cine europeo, los actores que aparecen, exceptuando algún inglés y alguna inglesa, no están a la altura de ellas y lo que debería ser algo espectacular se queda en nada por la inexpresividad, valga la redundancia, y la apatía de algunos actores. Lo dicho. aceptable película que en mi opinión no fué lo que debería haber sido por falta de talento interpretativo.
La banda sonora lo mejor.