Balagué vuelve a hacer un ejercicio de documentacion bueno y, sobretodo, vuelve a materializar un documento que engancha. Y es que el atractivo es casi tan importante como el contenido.

¿Es más importante informar de temas públicos a las máximas personas? ¿O importa más informar a las menos pero de manera lo más verídica posible?
Yo creo que el futuro del documental en el cine está en el atractivo, aunque su género no permita dejar de lado gran parte de la verdad.

Michael Moore graba de forma infame, pero sus verdades son tan duras que sus documentales recolectan premios de público y crítica por todo el mundo.
Balagué no cuenta verdades tan duras, pero lo hace de una forma tan agradable que, a nivel nacional, ha dado un vuelco al cine documental.

Buenas referencias y buena imagen la que se nos da aquí de los 60 españoles. Que poco cambian algunas cosas es la conclusión que se podría sacar, pero ahí ya cada uno...

Interesante.