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España España · El Vendrell y Valencia
Voto de Markospf:
8
Drama. Comedia. Thriller Del tren baja Milan, un hombre solitario, que llega a la ciudad por primera vez. Entra en una farmacia, donde conoce a Manesquier, un profesor de lengua jubilado. Los dos hombres, aunque muy distintos, simpatizan por una simple razón: a cada uno le hubiera gustado llevar la vida del otro. El profesor sueña con ser un aventurero; el aventurero se imagina a sí mismo como un hombre sedentario. Dentro de tres días, Milan tiene pensado ... [+]
12 de octubre de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Profunda película que narra como la vida a veces no es como a uno le gustaría que fuera ¿quien no ha soñado alguna vez ser de otra forma, o haber llevado otra vida más sencilla, o más placentera, o más divertida?. Esto es lo que vemos en la película, dos personas que han llevado dos vidas totalmente diferentes, pero que les hubiese gustado llevar la vida del otro, dos personalidades totalmente distintas que aún así se conocen y se llegan a hacer amigos. Personalmente lo que más me ha gustado, y de lo que querría hacer hincapié en esta crítica, es la metáfora que es constante desde la primera escena de la película, metáfora que asimila la vida a un tren. Y es que la vida es igual que un tren, un tren que arranca desde un comienzo (una estación origen) y va recorriendo un recorrido que es la vida, pero en la vida hay decisiones (desvíos) que hacen que tomes unos u otros caminos, y somos nosotros (los maquinistas de nuestro tren) el guía de nuestra vida, quien tomamos en momentos determinados unas decisiones que nos marcarán y conducirán a uno u otro lugar. Y depende de la decisión que tomes llevarás una vida más sencilla o más emocionante, o sufrirás más o serás más feliz, pero es el hombre quien decide libremente (cierto que hay veces que por desgracia no) que camino debe seguir su tren. Y en ese tren que es nuestra vida suben y bajan personas que nos hacen ser felices, o nos hacen sufrir, pero que todas ellas cuando se van (porque su tren se aparta del nuestro o porque el suyo llega a su fin) dejan un recuerdo profundo y que nunca olvidaremos. Y al final todo tren llega a un final (a una estación de destino), un final que es al que nosotros, con nuestras decisiones en momentos dados, hemos conducido, a la estación que es irremediable para todos. Pero hay que ser optimistas y vivir ese recorrido que es la vida con alegría y lo más felices que podamos y que nuestras decisiones que tomemos siempre se encaminen hacia ese objetivo que es la felicidad, aunque por desgracia, y así es la vida, nos solemos equivocar, pero hay que seguir adelante en el recorrido siempre. Y esto es lo que vemos en la película, dos personas que han llevado un trayecto totalmente opuesto pero que un día sus trenes se cruzan, se hacen amigos y, aunque les gustaría seguir la vida del otro eso es imposible, y cada uno debe llevar su tren de la vida. Por tanto, estamos ante una película con un trasfondo filosófico espectacular, con unas interpretaciones de los actores muy buenas, buen cine francés con la metáfora de la vida como un recorrido siempre detrás, la vida que se inicia, se recorre y llega a su última estación.
Markospf
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