Dios me libre de llegar a ser crítico de cine, o al menos creérmelo!! Porque si para ello tengo que alabar hasta la saciedad una película como “2001: Odisea en el Espacio”, entonces querrá decir que habrá llegado el momento en el que he dejado de disfrutar del cine. Y no… me niego a volverme un pedante que para aparentar que entiende de algo, ha de hacer como que entiende algo que nadie entiende. ¿Se me entiende lo que quiero dar a entender?

Quizá sea un pecado el haber tardado hasta tener 43 años para ver ésta película, y no sé, me dio por verla más que nada porque era de ésas que tienes ahí siempre guardada en la recámara y que tienes que ver para comprobar si es tan buena como dicen y claro, una “obra maestra” no hay que perdérsela!! Pues bien, me costó lo suyo, no sólo pasó un buen tiempo hasta que decidí ponerme a verla (quizá dentro de mí había un mal presentimiento), y cuando por fin lo hice, tuve que ver la mitad un día, y la otra mitad al día siguiente. Y lo siento por quien le duela, pero tengo que reconocer que la mayor parte de ésa segunda sesión la tuve que ver dándole al x2… y se puede creer alguien que aún así se me hacía lenta? Era tal la desesperación, que no podía quedarme como un auténtico pelele delante de la pantalla observando las absurdas divagaciones de lo que otros dan en llamar “obra maestra”. No! Vamos, que si no me tragué ni una cuarta parte del bodriazo ése llamado “El Arbol de la Vida”, menos aún me iba a tragar esto!! Bueno, sí, me lo tragué, pero acelerada, jaja!!

Los efectos especiales, quizá eran una maravilla en aquellos tiempos, no digo que no, y no diré nada malo de ello, porque no están mal, si no incluimos los disfraces de los monos, claro. Los diálogos, aunque escasísimos (menos mal!) eran realmente ingenuos, especialmente los de la computadora, que llegaban a rozar el absurdo.

Si ésta película es “arte” en su máxima expresión, entonces su equivalente en la pintura imagino que será… Joan Miró. Pues, lo siento, pero me quedo con un buen Velázquez!! No tienes que adivinar qué demonios le pasaba por la cabeza al autor en ése momento, ni tienes que ver cosas que te dicen que has de ver o imaginar… en un cuadro de Velázquez, el arte habla por sí solo, fuerte y claro!! Sin tonterías!! Llamadme ignorante, o que soy de “clase media”… cualquier apelativo de ésos con los que nos denominan los eruditos críticos de cine, que se creen el mismísimo oráculo, a los que no nos excitamos con melodramas iraníes underground… pero yo prefiero seguir disfrutando del cine!!