Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Gabi Oldman:
6
Drama Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tim Burton es de esos directores pura raza, capaces de dejar su sello personal en cualquier trabajo, incluso cuando éstos no tienen, a priori, ninguna característica que se adapte fácilmente a su estilo. Sin contar el fallido remake de El Planeta de los Simios (2001), el director californiano ha dotado a sus obras de pinceladas transgresoras, llenas de ironía macabra sin llegar al morbo, y siempre manteniendo la originalidad, incluida en la floja adaptación de Alicia en el País de las Maravillas (2010).

En esta ocasión, Burton ha creado una obra impersonal, y no es que esto sea malo sino que lejos de reflejar su habitual estilo da la sensación de copiarse a sí mismo. Gran error, sobre todo si se tiene en cuenta que la historia de la película es burtoniana en sí misma; contiene los elementos suficientes para que cualquiera pueda imaginar el cuento “estilo Burton” y, sin embargo, se queda nada más que en eso: en cualquiera imaginando el cuento a su estilo.

Por otro lado, a pesar de no ser la gran fábula que se esperaba, la película resulta entretenida e interesante, gracias en gran medida a la actuación de Amy Adams, una de las mejores actrices de su generación, que interpreta a la pintora Margaret Keane, famosa por retratar personajes de grandes ojos y quien estuvo doce años realizando cuadros bajo el nombre de su verborreico marido, interpretado por un Christoph Waltz al que a pesar de que se le ven las intenciones desde su primera aparición, dota al personaje de gran carisma.

A estos le acompañan un divertido Danny Huston como periodista-narrador de la historia; un, por suerte, breve Jason Schwartzman; un genial Terence Stamp como el irónico-cabroncete crítico de arte. Y, por otra parte, el toque más Burton del reparto lo dan un habitual de los Coen, Joe Polito; Krysten Ritter, vista en la segunda temporada de la serie Dexter (2006-2013), enmarcando la típica belleza burtoniana, y Madeleine Arthur, que recuerda inevitablemente a la joven Christina Ricci.

Una película que cuenta además con la buena mano del compositor habitual de las bandas sonoras del director, Danny Elfman, desmarcándose también de su estilo pero sin desentonar. Un Burton con poco de Burton, que posiblemente guste más a los alérgicos del estilo del director y defraude a los fanáticos, pero que resulta de todos modos un film correcto y digno de ver.
Gabi Oldman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow