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España España · el boalo
Voto de Miki:
5
Drama. Comedia Ramón, padre de familia treintañero, vive para el trabajo hasta que su cuerpo empieza a fallar. Diagnosticado de esclerosis múltiple, todos los pronósticos parecen indicar que en un año no será capaz de caminar ni cien metros. Ramón decide entonces plantarle cara a la vida participando en la prueba deportiva más dura del planeta. Con la ayuda de su mujer y el gruñón de su suegro, Ramón inicia un peculiar entrenamiento en el que luchará ... [+]
17 de noviembre de 2016
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en hecho reales lo primero que hice al llegar a casa fue navegar por internet a ver si esta historia era real. Como deportista que soy ,y a veces triatleta, sigue costándome entender que haya amigos que puedan correr un Iron Man pero haberlos....hailos. están ahí, les conozco y parecen gente normal. . Si a mi no me entra en la cabeza, imáginate al resto de los mortales , esos que deambulan de bar en restaurante ostentando sus barrigas cincuentañeras orgullosos tras la soflama de que aquella pompa es la señal de felicidad. Por tanto la historia tiene como para rodar un peliculón , lo que ha hecho Ramón correr , no uno sino varios, Iron Man, no se cuantos marathones, tropecientos duatlones y encima sacar tiempo para llevar a tu mujer a cenar y preocuparse de la educación de sus hijos es digno de admiración. Es un ejemplo de superación de esos que se marcan con letras de oro en la historía del deporte.
Pero llegar a casa e indagar sobre la realidad o no de la historia, en principio, no deja muy bien a la peli. Los americanos son maestros en contarnos historias de superación de una manera magistral, Que Rocky fue capaz de ser campeón del mundo de boxeo no dejaba lugar a dudas, y Marcel Barrena se ha enfrascado en este intento de emular con valentía a los maestros del cine de superación pero el listón está muy alto y aunque un lanzamiento de jabalina de 60m no está nada mal quedar lejos del record del mundo lo convierte en un esfuerzo anecdótico. Quizás la dualidad Rovira Errejalde está ya muy manida, una amistosa separación les vendría bien a ambos. Rovira no puede ni debe pretender pasar de la noche al día de las anchas pasarelas de la risa y al delgado alambre del drama porque se necesita un entrenamiento prevío si no quieres caer al abismo. Probablemente la credulidad de esta historia va muy ligada a la interpretación de los actores, se trata de la vida de un ser humano que sufre una enfermedad cruel y brutal. No es fácil que me hagan creer hasta que punto alguien puede superar tanto dolor, no era fácil la misión de Rovira, demasiada distancia para tan poco corredor de fondo.
Luego, actores aparte, la dirección cojea a ratos en la puesta en escena. Demasiada banda sonora melancólica para ablandar el párpado del espectador, demasiado forzado el lloro, mal explicada la evolución del deportista, que oportunidad perdida con toda la tecnología y medios que un producción de cine despliega en hacer llegar al espectador la dureza y belleza de un evento deportivo como este, algún mensaje subliminal sobre lo detestables que podemos ser los humanos, chistecillos intrandescentes para no escaparnos al encasillamiento y una imagen final de la llegada a meta triste, desangelada, carente de emoción, incluso, permitanme, un poco ridícula.
En cualquier caso como recomiendo a alpinistas del mundo que vean Everest no puedo sino recomendar a cualquier deportista que visualize esta película, saldrá del cine dispuesto a apuntarse a otro de esos retos imposibles hasta que la cruel verdad , de las limitaciones del cuerpo, tiempo y capacidades de sufrimiento nos devuelvan a la triste realidad y es que la fuerza de voluntad de Ramón es algo excepcional y eso es muy difícil plasmarlo en una sala de cine.
Miki
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