Por mucho que algunos se empeñen en catalogar a ciertas películas de "pasteladas romanticonas" o "amoríos infumables", no me cabe la menor duda de que Ghost va más allá (nunca mejor dicho) de una historia romántica, y busca como objetivo la consolidación de un gran drama con algún que otro toque de humor y leves pero intrigantes escenas de acción.

Justo en el año 1990 nos llegaba de la mano de Jerry Zucker, director de películas como Aterriza como puedas o Top Secret, aunque Zucker ha llevado en la producción de títulos la mayor parte del peso de su carrera cinematográfica, poniendo en escena a un gran Patrick Swayze (D.E.P.), a una correcta Demi Moore, y a una genial e histriónica Whoopi Goldberg. Todo parece ideal en la vida de pareja de Sam Wheat (Swayze) y Molly Jensen (Moore) hasta que el asesinato del primero de ellos a manos de un sicario hace girar esta historia de una manera tan interesante como convencional y poco recargada.

El espíritu de Sam contactará con Oda Mae (Goldberg), una pitonisa estafadora que tiene la capacidad de ver a aquellos entes espirituales que aún no han abandonado el mundo real. A partir de este momento el filme se convierte en un magnífico encadenado de secuencias con un alto índice de intriga y diversión gracias en parte a la magnífica interpretación de Whoopi Goldberg, una actriz tan peculiar por sus habilidades gesticulares como por su saber estar en pantalla, y digamos que ella sola "anima" y de qué manera una película que podía ir encaminada y enfocada solamente al lado lacrimógeno (que no falta, por supuesto). Ganó con todo merecimiento un Premio Óscar por su brillante actuación, aunque también pudo haberlo ganado perfectamente en El color púrpura.

Interesante el enorme amor que experimenta la pareja principal a lo largo de la película, como no menos interesante resulta la traición del amigo de la pareja (Carl Bruner) y el guiño que nos brinda el también fallecido Vincent Schiavelli. Ghost tiene ese "algo" que hace que te emocione cada vez que la visionas, aunque ya sepas por adelantado el desenlace de la historia. Contiene ese hilo argumental tan certero que va más allá del consabido amor y focaliza en temas como la búsqueda de la verdad, la traición y el engaño, el espiritismo, o la paradoja del bien y el mal tras la muerte (cielo versus infierno). Ghost tiene ese tema llamado "Unchained Melody" que hace que lo asociemos siempre a la película cada vez que lo escuchamos, por su letra, ternura, y emoción que transmite. Ghost lleva incluida esa "magia" especial que hace que la recordemos siempre con nostalgia y como un grato recuerdo en nuestras mentes. Ghost es todo un imprescindible en la época del cine moderno.

En definitiva, Ghost tiene lo que muy pocos títulos logran con el paso del tiempo: la INMORTALIDAD.