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Voto de Tak:
10
6,9
3.466
Acción. Thriller
El inspector Tequila Yuen (Chow Yun-Fat) es un duro policía encargado de detener una operación de contrabando de armas y de encontrar al asesino de su compañero. John Woo continúa con su personal estilo de violencia casi poética y tiroteos con ritmo en un thriller que cuenta con numerosos seguidores, toda una cinta de culto dentro del cine de acción. En España se estrenó en el año 1995, resultando un fracaso en taquilla. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2008
77 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí mi película favorita de John Woo, con permiso de The Killer y Una bala en la cabeza. Esta me gusta más y creo que está un escalón por encima. Era la despedida de John Woo del cine en Hong Kong y quiso marcharse por la puerta grande, haciendo una película homenaje a su filmografía y a sus temas de siempre: policías, gangster, el honor, la pérdida de la identidad, el sacrificio... porque esta película por encima de todo es, aunque a veces su violencia impida a ciertas personas verlo, una oda a la amistad. Al igual que Takeshi Kitano, John Woo habla de los temas que le preocupan siempre enmarcados en un entorno de violencia. Kitano es más poético, y Woo un coreógrafo. Takeshi busca el intimismo (Hana-Bi), John la espectacularidad (A better tomorrow). Ya comentaré el resto de películas en otra ocasión, porque hoy voy a quedarme a gusto y romper una lanza en favor de Hard-Boiled ("Hervidero").
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La acción se enmarca en un futuro inmediato, 1997, poco antes de que Hong Kong deje de ser colonia inglesa y pase a formar parte de China. Esto se refleja en una ciudad convulsionada y llena de violencia. El ambiente está enrarecido y todo allí es un "hervidero" a punto de estallar.
En una de las escenas finales de Hard-Boiled, Tony Leung (qué gran actor este) y Chow Yun Fat avanzan por los pasillos de un hospital armados hasta los dientes y disparando contra todo lo que se menea.
Durante 5 minutos (300 interminables segundos de plano único) la cámara les sigue sin cortes y ellos vacían sus armas contras gangsters (y algún compañero infiltrado), atraviesan ventanas, saltan sobre obstáculos, ruedan por el suelo...
La coreografía es perfecta y estamos ante una de las mejores escenas de la historia del cine en su género, (no exagero).
Técnicamente es perfecta. Los buenos disparan cuando tienen que disparar, los malos mueren cuando tienen que morir. No hay ni un sólo pero. Hay saltos, cristales rotos, sangre salpicando. Un prodigio de dirección técnica y artística. La ensalada de tiros es importante, pero siempre he creído que sin violencia no hay poesía (como Jodorowsky). Todos los momentos poéticos de esta película resaltan en contraste con sus violentas imágenes, y por eso aumentan su dramatismo:
-El clarinete en el bar de jazz cuando Tequila tiene un rato libre para desconectar de su día a día
-Ese gangster tuerto que baja el arma porque hay inocentes en medio del fuego cruzado
-El honor por encima de todo, cuando Tequila se abofetea frente al mafioso Johnny
-La culpa y los remordimientos que provocan la pérdida de indentidad en el personaje de Tony Leung
-El bebé apagando el fuego en los pies de Tequila con su orina
-La novia de Tequila abofeteando a un mafioso armado porque van a despertar a los niños recién nacidos
Nunca se ha hecho una película de acción con tanta fuerza como esta. Fuera de Hong Kong han encorsetado a John Woo, antes la sangre salpicaba cuando alguien moría en sus films. Ahora evita planos violentos y su poesía ha perdido fuerza cuando ha cambiado la temática del honor por encontrar un microchip perdido.
Su cine ha cambiado y ha perdido esa esencia que (siempre que quiero recuperar) me lleva una y otra vez a Hard-Boiled. He visto esta película unas 30 veces y siempre descubro cosas nuevas. No paso ni 6 meses sin verla otra vez para recordarme a mí mismo todo lo que me transmitió su primer visionado: el tesoro que es la amistad.
En una de las escenas finales de Hard-Boiled, Tony Leung (qué gran actor este) y Chow Yun Fat avanzan por los pasillos de un hospital armados hasta los dientes y disparando contra todo lo que se menea.
Durante 5 minutos (300 interminables segundos de plano único) la cámara les sigue sin cortes y ellos vacían sus armas contras gangsters (y algún compañero infiltrado), atraviesan ventanas, saltan sobre obstáculos, ruedan por el suelo...
La coreografía es perfecta y estamos ante una de las mejores escenas de la historia del cine en su género, (no exagero).
Técnicamente es perfecta. Los buenos disparan cuando tienen que disparar, los malos mueren cuando tienen que morir. No hay ni un sólo pero. Hay saltos, cristales rotos, sangre salpicando. Un prodigio de dirección técnica y artística. La ensalada de tiros es importante, pero siempre he creído que sin violencia no hay poesía (como Jodorowsky). Todos los momentos poéticos de esta película resaltan en contraste con sus violentas imágenes, y por eso aumentan su dramatismo:
-El clarinete en el bar de jazz cuando Tequila tiene un rato libre para desconectar de su día a día
-Ese gangster tuerto que baja el arma porque hay inocentes en medio del fuego cruzado
-El honor por encima de todo, cuando Tequila se abofetea frente al mafioso Johnny
-La culpa y los remordimientos que provocan la pérdida de indentidad en el personaje de Tony Leung
-El bebé apagando el fuego en los pies de Tequila con su orina
-La novia de Tequila abofeteando a un mafioso armado porque van a despertar a los niños recién nacidos
Nunca se ha hecho una película de acción con tanta fuerza como esta. Fuera de Hong Kong han encorsetado a John Woo, antes la sangre salpicaba cuando alguien moría en sus films. Ahora evita planos violentos y su poesía ha perdido fuerza cuando ha cambiado la temática del honor por encontrar un microchip perdido.
Su cine ha cambiado y ha perdido esa esencia que (siempre que quiero recuperar) me lleva una y otra vez a Hard-Boiled. He visto esta película unas 30 veces y siempre descubro cosas nuevas. No paso ni 6 meses sin verla otra vez para recordarme a mí mismo todo lo que me transmitió su primer visionado: el tesoro que es la amistad.