Llevaba mucho tiempo queriendo ver esta película, y por el motivo que fuese, no la había visto hasta que, tal vez por casualidades de la vida, hoy la echaban en la tele.

Tal vez por esta larga espera, eso, esperaba más de la película; pero dejando al margen la sobrevaloración que se origina en esos periodos pre-película, no puedo hacer ahora lo contrario, infravalorarla.

El argumento en sí no intenta transmitir algo, creo que lo que salva a la película son los diálogos, esas irónicas conversaciones sobre temas triviales desacordes con la atmósfera de la escena; y el juego de puzzle entrelazando las escenas, que sin duda marca el ritmo, pero se convierte en un recurso que llega a cargar con todo el peso y a fin de cuentas resulta ser el verdadero motor de la trama, aunque se ve respaldado por el buen hacer de los actores principales (impecable actuación de Samuel L. Jackson).

En líneas generales es una película atractiva, pero no da pie a muchas reflexiones.