La tercera película de la directora indie DEBRA GRANIK, por cierto aquí en nuestro país no muy conocida a pesar de que alcanzó cierta notoriedad con WINTERS BONE, en la cual descubríamos a una jovencísima JENNIFER LAWRENCE, es este film de titulo en castellano NO DEJES RASTRO, y que es de ese tipo de películas nada fáciles de ver.
Son varios los motivos que la hacen algo tediosa, pero sobre todo su lentitud, los escasos personajes y diálogos, poca música que le acompaña y una historia que por cierto últimamente ya hemos visto en varias ocasiones en los últimos años y que hacen que tampoco sea un dechado de originalidad.
En la parte positiva de esta obra decir que los dos actores que ocupan casi la totalidad del metraje y que hacen en la ficción de padre e hija, hacen una caracterización mucho más que aceptable tanto en el caso del reconocido y reconocible BEN FOSTER, como en el caso de la casi debutante THOMASIN MCKENZIE, que es lo mejor de la función.
Dicho lo cual esta historia de supervivencia forzada no pasara a los anales de la historia del séptimo arte, desconcertante y decepcionante son los 2 adjetivos que para mi parecer mejor la definen.