Película que destila un aroma clásico total, en esa "despedida", tan comentada por la prensa del mito del séptimo arte ROBERT REDFORD, lo cual intuyo que no es sino otra de esas maniobras de marketing al estilo, QUENTIN TARANTINO, etc.
Muy bien rodada, muy bien interpretada, muy bien ambientada, nos dicen que es una historia real, FORREST TUCKER, un atracador de bancos, que estuvo ejerciendo, de tal hasta su madurez con casi 80 años y que, a pesar de ser puesto en manos de la justicia en varias ocasiones, conseguía evadir la misma, escapándose una y otra vez.
Uno no puede sentir añoranza, melancolía y un poco de tristeza, si al final se cumple ese retiro del bueno de Robert, al verlo en pantalla, ya octogenario, y con el rostro curtido, en mil y una batallas de la vida tanto artísticas como personales, una buena despedida sin duda, muy apetecible de ver, mas allá de la historia que cuenta, ya vista en multitud de ocasiones en el cine, incluido en películas suyas.