Escribir historias de los enfermos asesinos de Estados Unidos, es el único talento de Netflix.
Esta miniserie me aparecido un peculiar calcado de la biografía acecina de Jeffrey Dahmer, pero con una destacada filmación, buen casting, y muy buena atmósfera con reconstrucciones de escenarios reales.

La actuación de Evan Peters es muy buena, quizás sea la mejor representación hasta el momento del Carnicero de Milwaukee, tampoco era muy difícil recrear a Dahmer, el tipo estaba completamente ido y parecía un robot humano. Pero Evan demuestra en este papel que no solo esta echo para hacer comedia.

Los problemas encontrados, sería que está llena de rellenos incomodos, la serie es una mirada a toda la intimidad y vida de Dahmer y no deja espacio para ver la visión de todo su entorno. Salvo un solo capitulo, y eso creo lo hicieron porque una de las victimas era sordo muda.
Falto más monstruosidad y asquerosidad del acecinó porque sin esto, parece que se quisiera dulcear la historia.

Aún así creo que los desarrolladores se esforzaron para recrear la historia de este asesino, enseñando el enorme debate del porque se convirtió en ese monstro, la negligencia policiaca, y retratar los remordimientos y pesadillas de todos los personajes que conocieron a Dahmer.
Creo que la serie no intenta poner villanos, si no como reacciona el mundo cuando pasa cosas tan terribles que superan la ficción.