Coged vuestro billete, poneos cómodos y empezad a disfrutar desde el minuto uno de esta invitación hacia los sueños en la que se rinde homenaje a lo que hoy conocemos como CINE, cual fue su origen y su fin, un gran reconocimiento a quien sin duda fue injustamente olvidado en su tiempo y a quien podría considerase como el que empezó todo esto que hoy conocemos como la fabrica de los sueños, el Cine, Georges Méliès y no, no los Hermanos Lumière que todo el mundo piensa cuando hablamos de Cine, ya que si no fuese por este humilde ilusionista no tendríamos lo que hoy disfrutamos como Cine, entendido como narración de historias, no inventó la máquina pero si los sueños que habitan en él. Al mismo tiempo, es un homenaje a los que continuaron la brecha abierta por este gran personaje que la historia no le ha dado el lugar que le corresponde, solo un genio podría devolverle su valor y ese no es otro que el pequeño gran hombre que es Martin Scorsese. Es difícil ver el estilo marcado de su director en la película pero solo basta con ver que estamos ante una obra de tal calibre que solo los amantes del buen cine pueden hacer y Scorsese saca su corazoncito regalándolo en cada fotograma de la cinta para el deleite nuestro, una película que quedará para los restos y que sin duda es de lo mejor del año. No solo devuelve la magia a su creador si no que vemos guiños a grandes nombres de la industria como Chaplin, Keaton o LLoyd y en particular a esa escena del reloj que todos tenemos grabada en la mente desde nuestra infancia. Es una manera de hacer otro cine, de darse el gustazo en contar una historia con sentimiento, ilusiones, sueños, metas por cumplir y de como encontrar tu camino, todo ello en una maquina de engranaje casi perfecta en manos de un creador excepcional, si queréis saber como empezó todo...solo tenéis que verla...un 9,5!!!