Esa fue la primera interrogante que vino a mi cabeza despues de ver este film secuela que si bien hay que reconocer que no es un desastre (completo) y tiene como siempre el mayor "plus" a su favor que es el de contar con los míticos "Looney Tunes" de nuevo en acción y ya solo por ese motivo vale la pena prestarle un poquito de atención.

Es cierto que la película entretiene y aunque tiene momentos bien logrados gracias al buen humor "marca de la casa", también (y en igual medida) posee otros que se quedaran entre lo más extraño del año (cierto personaje "rapeando" por ejemplo), pero tal vez lo más "chocante" (por decirlo de un modo) es que lo anterior citado para el espectador se queda en un segundo y hasta tercer plano ya que aquí lo mas importante vendría a ser lo que rodea a la historia principal. Vamos que ni siquiera la presencia de LeBron James (el protagonista) termina por ser la razón de existir del film.

No, de eso no se trata este film. Aquí lo que los productores buscaron fue un "pretexto" para mostrar el poderoso catalogo perteneciente a HBOMAX y enseñarnos las "ventajas" de suscribirte al servicio de streaming y que lo más rápido que puedas.

Una pena, pobres "Looney Tunes", para lo que han quedado.