Preciosa adaptación animada en "Stop-motion" de la recurrida novela escrita por Carlo Collodi, mismo relato que curiosamente tendría dos versiones cinematográficas en el 2022, primero esta, dirigida a cuatro manos por Guillermo del Toro junto a Mark Gustafson y la otra producida por la "todopoderosa" factoría Disney.

En primera instancia uno podría llevarse "las manos a la cabeza" preguntándose el porqué han coincidido estas dos producciones similares, casi como si se tratase de una competencia por saber cual ha salido mejor, por el solo hecho de querer demostrar el poderío de dos grandes empresas como Netflix y la ya citada.

Sin embargo, más allá de aquello, creo que para el reconocido director mexicano este film tenía mucho valor el proyecto, pues se trataba de un anhelado sueño de toda su vida, por el que había luchado durante mucho tiempo y que parecía casi inalcanzable porque simple y llanamente nadie quería financiarlo y menos tal y como lo había planificado.

Y eso era aplicando a la historia principal, la técnica del "Stop-Motion", un estilo de hacer cine artesanal, considerado por cierto sector de la industria, demasiado complicado y caro de realizar, en el que se requiere profesionales en varias áreas a nivel técnico y sobre todo requiere de mucha, pero mucha paciencia y dedicación.

A eso hay que sumarle la "polémica" que se dio en plena producción y que aunque no tuvo relación directa con la misma, se vio afectada en cierta medida, porque muchos consideraban (y siguen considerando erróneamente) que el cine de animación, "no es cine" (ja) y que sobra decir que es una falacia "sin pies ni cabeza".

Sin embargo ya sobre la película en si, solo puedo decir que es un conmovedor relato a nivel emocional, bello a nivel visual, profundo en cuanto a las diversas lecturas que propone y ante todo, un inteligente entretenimiento con un corazón tan puro como sus protagonistas, que está dirigido para toda la familia y triunfa en todo sentido.

Creo que sería redundante seguir alabando el enorme potencial tanto estético, como técnico y mucho más si hablamos de su importancia emocional, porque al final uno se siente parte de un mensaje más grande que transmite y ese no es otro que valorar la vida como un don, una oportunidad, algo sagrado que se puede esfumar cuando menos lo imaginemos.

Sobre el reparto de voces, exquisita selección de voces encabezada por un Ewan McGregor, que siempre esta perfecto a la hora de dar vida a narradores, al igual que lo hizo en "Big Fish" o "Lemony Snicket" y su "Pepito Grillo" no es la excepión.

A su lado unos arrolladores David Bradley y Gregory Mann, es de verdad impresionante como le dan alma y vida a sus personajes, porque sus "Gepetto" y "Pinocho" respectivamente lo dan todo.

De soporte contamos con un certero (y lujoso) grupo en el que se destacan Finn Wolfhard, Cate Blanchett, John Turturro, Ron Perlman, Tim Blake Nelson, Burn Gorman y Christoph Waltz.

Notable, hermosa y bien hecha.

Gracias Don Guillermo a usted y a todo su equipo de profesionales, gracias de todo corazón.