Un clásico no solo del cine bélico, sino del cine en general al que cada vez que uno vuelve sus ojos, encuentra nuevos detalles que convierten al film dirigido por el eterno Robert Aldrich en una experiencia digna de repetir y disfrutar de principio a fin.

Creo que redundaría al describir todo el film, o aspectos sobre, además hay cientos de criticas y finos análisis sobre esta obra, creo que voy a referirme a puntos específicos que debo resaltar sobremanera. Empezando por la increíble labor en el guión por parte de "la dupla" formada por Nunnally Johnson y Lukas Heller, quienes obran un relato casi redondo y al que hay poco que denostar (por no decir nada) y en el que hay una construcción de personajes ejemplar. El consagrado director sabe el material que tiene y lo exprime como un artesano en cuanto a puesta en escena y sabe dotarle a la historia de capas que van desde la critica al sistema de mando tradicional, momentos de comedia y del cine de acción propiamente dicho.

Voy directo con un reparto impresionante al que no se le puede pedir más, encabezado por un imperial Lee Marvin, cuya sola presencia impone respeto y empatia al mismo tiempo. Seguido de un inolvidable John Cassavetes, cuya carrera como director es también impresionante. Le siguen unos certeros Charles Bronson, Ernest Borgnine, George Kennedy, Ralph Meeker, Donald Sutherland, Telly Savalas y Robert Ryan que completan un "casting" de ensueño y en una palabra: Irrepetible. Por ahí se dejna ver también Jim Brown, Richard Jaeckel, Trini Lopez, Clint Walker y Robert Webber.

Destacar por último la música compuesta por Frank De Vol y la cinematotografía impecable de Edward Scaife.

Poco más que acotar a una película de visionado casi obligatorio para cualquier fanático del género. Y repito, del cine en general.