Pues no sé, que queréis que os diga. Llevaba tiempo leyendo buenos comentarios sobre esta película pero me lo olía; no está a la altura de su fama. El tema y la denuncia están muy bien, totalmente de acuerdo en que esto es una verguenza, pero yo valoro las películas como películas no por estar de acuerdo con lo que dicen. Me explico.

Creo, y repito creo, que tampoco soy nadie para decir lo que piensan los demás, pero sí me da la sensación de que se está cayendo en algo así como "si la peli dice o moraliza según lo que yo pienso ya es buenísima, si no, es una bazofia". Por ejemplo, parece que si alguien es de izquierdas le tiene que encantar Novecento (el primer ejemplo que se ha venido a la cabeza) y si es de derechas, pues que sé yo, La ley del silencio. Y no es así.

Tras la reflexión, volviendo a la película, creo que este tipo de denuncia social con tintes de documental está muy por debajo de Los olvidados de Buñuel (muy muy similar, demasiado, aunque con la evidente diferencia de talento entre el de Calanda y éste) y, del mismo modo, de muchas de las obras neorrealistas.

Pues eso, que la crítica la he escrito principalmente para reflexionar en el párrafo segundo, lo importante es la obra en unidad, la forma en que se ha narrado y demás, no únicamente su contenido o moralina. Os invito a reflexionar sobre ello.