La trama es super enrevesada, pero más o menos es así: los miembros de la banda de Toretto y O´Conner, después de que el "golpe" en Brasil les haya salido bien, disfrutan de sus millones de dólares dispersos acá y allá en el mapa, pero surge la posibilidad de negociar con la policía que borren sus expedientes delictivos a cambio de su colaboración para atrapar a Shaw (Luke Evans), un villano que está a un nivel superior de villanía, ya que tiene respaldo y apoyo encubierto no sólo de la misma policía, sino de la milicia. Un pez gordo de verdad. La empresa parece bastante poco probable, por no decir imposible. Misión Imposible, jaja.
Para Toretto, limpiar su prontuario no es lo suficientemente cautivante, pero Hobbs (Dwayne Johnson) tiene un as bajo la manga: resulta que Letty (Michelle Rodriguez) no está muerta, tuvo un accidente que le borró la memoria y ahora trabaja para Shaw.
El equipo de Toretto decide ayudar a Hobbs, así que unen fuerzas para atrapar a Shaw y para recuperar a Letty, cosa que, mal que mal, es lo que sucede a lo largo de la película, sumando escenas de acción imposible, como la detención de un tanque militar en plena autopista o conseguir detener el despegue de un avión militar, justo a tiempo. No llegan a apresar a Shaw, aunque arruinan sus planes, recuperar un chip que era la razón principal por la que la policía pedía captura y se lo ve caer desde el avión, con lo que se da por sobreentendido que murió, aunque todos sabemos que eso difícilmente haya sucedido.
En el final, el equipo de Toretto vuelve a estar unido, con sus prontuarios limpios, pero Hobbs les cae de visita y se da a entender que, después de haberlos visto en acción, lo más probable es que vayan a volver a colaborar. Es un equipo demasiado eficiente como para darse el lujo de pasarse la vida tomando cerveza bajo el sol.