Pues bien, la peli nos lleva a Okinawa donde el padre del señor Miyagi se está muriendo, y el lugar al que nunca volvió debido a un conflicto con un viejo amigo y para el cual su resolución acabaría con la vida de uno de ellos. Así Sato, es el enemigo al que Miyagi debe sortear y el sobrino de este, Chozen, hará lo propio con el discípulo de Miyagi a quien desea machacar, en ambos casos los dos están estupendos como villanos, especialmente Chozen que está muy resuelto con el kárate y en mi opinión se ve a la legua que bastante superior a Daniel en todo. Tenemos una nueva historia de amor, y aquí tenemos el primer problema porque esto sobra, si la madre de Daniel se quedó en USA bien podían haber dejado a Ally allí también e iniciar un historia de amistad con Kumiko, en lugar de hacer un comentario de mal gusto al principio contra Ally, en el que se da a entender que de repente, es muy mala y estúpida y se ha largado con otro, este es el primer aspecto que no me gusta nada de esta secuela. El segundo punto que detesto y veo como otra oportunidad perdida es el de Chozen, que una vez resuelto el problema entre Miyagi y Sato, no sólo continúa con su estúpida cruzada con Daniel sino que lo lleva hasta una pelea a muerte para luego dejarlo como un cobarde ridículo, lo que era un excelente villano termina como una parodia ridícula. Era una oportunidad única para humanizar a Chozen, para que cambiara, para las segundas oportunidades sin tener que esperar 35 años para ver eso mismo en Cobra Kai, Chozen podría y debería haber salido bien parado de Karate Kid 2, con unos cambios, una buena secuela podría haber sido una grandísima secuela.
Lo mejor:
- Llevar la película a la tierra de Miyagi
- Chozen y Sato
Lo peor:
- Dejar tan mal a Ally en un cometario tan superficial y completamente fuera lugar
- Que Chozen pase de Dath Vader a ser un cobarde ridículo