Con una producción descomunal llevaron el cine a la "caja boba" y 'Lost' se erigía como la 'Citizen Kane' de las series, como el Faro de Alejandría que iluminaría el camino al resto. Pero nada de eso ocurrió.

Así y todo es destacable el cohorte de personalidades divergentes que de tan diferentes, iguales. Estereotipos mil veces vistos pero igual de necesarios para ahondar en los entramados de la isla, isla que parece haber sido inventada para ellos pero que con el correr de los episodios descarta todo sentido congruente y lógico.
Lo que pudo haber sido un excelente thriller/sci-fi decantó en un montón de pelotudeces sin el más mínimo sentido aunque, así y todo, marcó cierta influencia sobre otros formatos más pobres todavía.

Y es que la recaudación llamó a la puerta y el chicle-cliché fue colosal. Con dos temporadas de más, no pudieron (supieron, quisieron) manejar el éxito abrumador que lograron y, en consecuencia, sus incontables guionistas dieron a entender que no entendían una mierda.

Lo mejor: la ambientación de la serie y la mini-comunidad de Linus y compañía, relacionado a la historia de la francesa loca.

Lo peor: inventaron misterios para no resolverlos nunca y en el apuro por justificar toda esa bola de estupideces, taparon la falta de talento a mamporros escatológicos.