Mientras veía esta película, tuve la tentación de coger el mando de la tele y utilizarlo de la misma forma que el de la PlayStation, pues en ocasiones parecía que estaba jugando a un videojuego de carreras de coches, por eso cuesta entender que se cataloguen estos efectos como impresionantes , a no ser que la realidad que quieran reflejar los mismos sea la misma realidad que refleja hoy en día el más elaborado de los videojuegos de coches. El guión es el típico de este tipo de películas, pero no todo es malo, pues si para algo sirve esta superproducción es para utilizarla como "Carta de Ajuste", es decir para regular el color de tu pantalla.