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Voto de 1984:
9
5,9
52.124
Drama
Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
18 de noviembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que no son para ver en el cine, sino relajadamente en tu casa, solo. Creo que ésta es una de ellas.
Hay poesía que se entiende a medias, o que no acaba de entenderse, pero si te llega, te emociona, la sientes, hay poesía. Creo que en esta película hay poesía.
No tengo duda de que es autobiográfico, porque de otro modo no te puedes preguntar según qué cuestiones, y mucho menos ser capaz de intentar plasmarlas en una película. La cuestión inicial es: ¿Por qué soy así? ¿Qué hicieron mis padres de mí? ¿Fue justo? ¿Por qué, Dios, por qué? Pero no hay una respuesta. Si lo analizamos, todo es mucho más complejo, hay que remontarse al origen del universo, y a su evolución, hasta llegar a nosotros: nada es bueno ni nada es malo, es como es, hay que aceptarlo.
¿Qué es lo divino sino esa parte del hombre que intenta trascender al hombre, que intenta superarse? ¿Si no somos capaces de sentir empatía, de ser mejores, de perdonar, podemos aspirar a lo divino? Lo divino se enfrenta a la naturaleza del hombre, y en esas estamos.
Hay poesía que se entiende a medias, o que no acaba de entenderse, pero si te llega, te emociona, la sientes, hay poesía. Creo que en esta película hay poesía.
No tengo duda de que es autobiográfico, porque de otro modo no te puedes preguntar según qué cuestiones, y mucho menos ser capaz de intentar plasmarlas en una película. La cuestión inicial es: ¿Por qué soy así? ¿Qué hicieron mis padres de mí? ¿Fue justo? ¿Por qué, Dios, por qué? Pero no hay una respuesta. Si lo analizamos, todo es mucho más complejo, hay que remontarse al origen del universo, y a su evolución, hasta llegar a nosotros: nada es bueno ni nada es malo, es como es, hay que aceptarlo.
¿Qué es lo divino sino esa parte del hombre que intenta trascender al hombre, que intenta superarse? ¿Si no somos capaces de sentir empatía, de ser mejores, de perdonar, podemos aspirar a lo divino? Lo divino se enfrenta a la naturaleza del hombre, y en esas estamos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Estoy de acuerdo con los que dicen que el personaje que encarna Penn no acaba de encajar bien. Es el personaje que se pregunta ¿por qué soy así?, pero no lo muestra en su desarrollo. Además, siendo sus vivencias, no es normal que se nos muestren mayormente las del hermano mayor.
Me gusta la parte en que el hermano mayor se da cuenta de que está volcando todas sus frustaciones sobre el hermano mediano (que además de parecerse físicamente al padre, resulta que es capaz de vivir mejor las mismas circunstancias que él vive; es como si le dijera: ¿no vives tú lo mismo que yo? ¿por qué eres feliz) en lugar de contra el padre. Y entonces surge la complicidad entre ellos (la escena de los dos a un lado y otro de la ventanta es estremecedora). También esa voz en off que un momento dado dice: "Hermano"... No añadiré nada: es poesía pura, puro sentimiento, es añoranza, perdón, consuelo, un grito a la esperanza.
Me gusta la escena en que el hijo recrimina a la madre: ¿Por qué te dejas pisotear? Si no te respetas, ¿cómo pretendes que te respete yo? Que es como decirle, tú también tienes la culpa de mi infelicidad, a pesar de ser una madre bondadosa.
Me gusta la escena en que el hijo mayor se pregunta: "¿Cómo alguien puede pretender que me parezca a ese ser que odio que es mi padre, es éste el ejemplo a seguir? Pero luego en otra parte reconoce que es él el que más se le parece. Me gusta ese debate que experimenta el hijo mayor entre odiar y amar: por un lado ansía que desaparezca de su vida, por otro siente necesidad de quererlo.
La escena de los dinosaurios (en que uno perdona la vida a otro) puede interpretarse como el nacimiento de la empatía, como el inicio de la conjunción entre lo divino y la naturaleza: la empatía.
Me gusta la parte en que el hermano mayor se da cuenta de que está volcando todas sus frustaciones sobre el hermano mediano (que además de parecerse físicamente al padre, resulta que es capaz de vivir mejor las mismas circunstancias que él vive; es como si le dijera: ¿no vives tú lo mismo que yo? ¿por qué eres feliz) en lugar de contra el padre. Y entonces surge la complicidad entre ellos (la escena de los dos a un lado y otro de la ventanta es estremecedora). También esa voz en off que un momento dado dice: "Hermano"... No añadiré nada: es poesía pura, puro sentimiento, es añoranza, perdón, consuelo, un grito a la esperanza.
Me gusta la escena en que el hijo recrimina a la madre: ¿Por qué te dejas pisotear? Si no te respetas, ¿cómo pretendes que te respete yo? Que es como decirle, tú también tienes la culpa de mi infelicidad, a pesar de ser una madre bondadosa.
Me gusta la escena en que el hijo mayor se pregunta: "¿Cómo alguien puede pretender que me parezca a ese ser que odio que es mi padre, es éste el ejemplo a seguir? Pero luego en otra parte reconoce que es él el que más se le parece. Me gusta ese debate que experimenta el hijo mayor entre odiar y amar: por un lado ansía que desaparezca de su vida, por otro siente necesidad de quererlo.
La escena de los dinosaurios (en que uno perdona la vida a otro) puede interpretarse como el nacimiento de la empatía, como el inicio de la conjunción entre lo divino y la naturaleza: la empatía.